Pilar Rassa
Sobre el origen de la conmemoración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, la versión más difundida corresponde a la que señala que en 1857, obreras de una industria textil de Nueva York se rebelaron contra la explotación a las que eran sometidas en sus trabajos, ellas salieron a reclamar por los bajos salarios y la jornada laboral de 12 horas, en una gran marcha y fueron reprimidas, algunas hasta la muerte y decenas fueron apresadas.
En la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en 1910, por primera vez, Clara Zetkin propone la celebración del día internacional de la mujer trabajadora. Posteriormente, el 19 de marzo de 1911, en Austria, Alemania Dinamarca y Suecia, se celebra también este día, esta celebración se expande especialmente en los países que a la época estaban bajo el régimen socialista. Las Naciones Unidas, conmemoró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, en 1975.
En nuestro país, a comienzos del siglo XX, se gestaba una etapa de cambios con el advenimiento del liberalismo alfarista. El espíritu laico y la rápida incorporación de las mujeres a los escenarios públicos constituyen un impulso importante en la vida democrática del país. Grandes mujeres emergen en medio de una sociedad patriarcal. Resaltan figuras como Matilde Hidalgo, quien en 1929, por primera vez ejerce el derecho al voto sentando las bases para la participación de las mujeres en la vida democrática del país; “ Marieta de Veintimilla, pensadora y escritora; Rosa Cabeza de Vaca, asombró en 1903 a las autoridades del Colegio Mejía cuando solicitó la matrícula en ese establecimiento educativo, cuando en ese entonces solo estudiaban allí los hombre; .Hermelinda Urvina, esta ambateña ocupó las páginas de la prensa al obtener en 1932 la licencia como piloto aviador en Estados Unidos”[1], Nela Martínez, escritora, Tránsito Amaguaña, Dolores Cacuango, activistas por los derechos indígenas y tantas otras muchas anónimas que han trabajado por la tan ansiada igualdad.
Las conquistas logradas en todos los órdenes, dan cuenta de la persistente acción de las mujeres ecuatorianas, que tienen a su haber una rica experiencia de movilización y organización, en todos los ámbitos de la vida. En este nuevo milenio, la presencia de las mujeres fue crucial para la aprobación de importantes derechos en la Constitución que nos rige.
Nuestras antecesoras, las que nos precedieron abren el camino para que hoy, nosotras podamos gozar de los derechos conquistados, para que podamos continuar con su lucha, con nuestros sueños de igualdad. Este 8 de marzo nosotras decimos que es necesario aún, redoblar esfuerzos por lograr la plena vigencia de los derechos humanos de las mujeres, pues siguen existiendo brechas y desigualdades entre hombres y mujeres, en los diferentes ámbitos del quehacer humano.
El estado Ecuatoriano sigue en deuda con las mujeres, pues la igualdad y el reconocimiento de nuestros derechos, es una tarea pendiente, es por ello que agradecemos las flores, las felicitaciones en este día, pero consideramos que en una sociedad que se irrespeta nuestros derechos, que se nos discrimina, que se nos violenta, a vista y paciencia de los organismos que deben actuar para impedir estos atropellos, una sociedad en que no podemos salir libremente por miedo a ser atacadas, en la que se nos asesina por el solo hecho de ser mujeres y luego se nos culpabiliza, no podemos conmemorar este importante día, sin recordar que las mujeres seguimos siendo objeto de discriminación por una sociedad patriarcal, es por ello que decimos queremos menos flores y más respeto.
8 DE MARZO
MENOS FLORES MÁS RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES
http://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador/10-mujeres-ecuatorianas-que-marcaron.html 8 de marzo de 2014