CARTA ABIERTA A QUITO INVEST

por maría belén moncayo/MALCRIADA TOTAL PRODUCCIONES

(QUITO Invest es un producto concebido y puesto en marcha por la Secretaría de Desarrollo Productivo y Competividad del Municipio de Quito)

QUITO Invest:

No sé qué me enfurece más, si el video de su autoría titulado “Quito una ciudad a la altura de tus sueños” o el hecho de entrar en su página web y toparme con que ni siquiera pueden escribir correctamente la palabra “QUITO”. Con lo cual  mencionarles “Kitu” es un ejercicio estéril.1

Me indigna porque soy una quiteña que ha vivido medio siglo en la ciudad. El contenido del video lo asumo como una de las peores afrentas que hemos sufrido lxs quiteñxs (y ecuatorianxs) desde la política pública, en el último quinquenio; solamente comparable con el insulto de haber llevado a cabo el Hábitat III en la capital del Ecuador.

Su página web www.quitoinvest.com.ec, es un elogio a la hegemonía socio-político-cultural: un universo binario, blanco, racional y feliz; que invita al lector a invertir en “QUTIO” y cumplir así sus sueños de altura. Altura, sí, la misma que su socio número uno Uribe&Schwarzkopf está utilizando como estrategia para la venta de sus “ciudades verticales”. Cuando comparo los dispositivos de comunicación de Quito Invest con los de la constructora en ciernes, no me cabe duda que de buena gana han aceptado su asesoría; lo cual es nefasto en virtud de que ustedes deben velar por los intereses del pueblo de Quito, no por el de las inmobiliarias privadas.2

 En la pieza en mención lo único que corresponde a la realidad es la primera oración: “Quito es una ciudad dividida en dos” (la traducción es mía. Casi la totalidad del contenido está en inglés). Efectivamente, el audiovisual traduce dos mundos. El primero, el idealizado por Quito Invest; más conocido como el Mundo Qonitos. El segundo, es ese Quito al que la Virgen homónima le ha dado la espalda desde el primer día en que por desgracia fue enclava en el Panecillo. Escultura a la que vemos al final del video, al tiempo que la voz en off nos habla de que cuando se está en la cima, la perspectiva se amplía. ¿En serio?

La publicidad de Quito Invest habla de que al apostar financieramente por el Mundo Qonitos el cliente va a invertir, vivir y soñar; en un paraíso productivo, sostenible, armonioso. Uno donde se respira una calidad de vida diferente. En el Quito real, ese de asfalto y monóxido de carbono; lxs vendedorxs ambulantes son retiradxs de las veredas a toletazo limpio. Su mercadería es pateada y confiscada; y sus cuerpos torturados y lanzados a los carros de las patrullas metropolitanas, todos los días.

¿El Mundo Qonitos es uno que fascina por sus contrastes? Lo cierto es que mientras ustedes le mienten al mundo, cómodamente sentados en sus oficinas, recibiendo un salario con los recursos del pueblo; la pobreza en Quito ha aumentado en cifras vergonzosas:

En junio 2018, la ciudad que registró el mayor aumento en tasa de pobreza fue Quito. En la capital el indicador de pobreza llegó a 12,8% en junio del presente año, cinco puntos más comparado con junio 2017. Es el más alto registrado desde diciembre del 2007, según el reporte del INEC”. (Diario El Comercio, 16 de Julio de 2018).3

“Quito es la que presenta mayor tasa de pobreza extrema (4,6%), mientras que Cuenca presenta la menor (0,2%). En el periodo entre junio 2017 y junio 2018, la ciudad que presentó variación estadísticamente significativa fue Quito (de 1,9% a 4,6%)”. (Diario El Telégrafo, 16 de Julio de 2018).4

Continúan su anuncio citando el atractivo de los “negocios de altura” que pueden hacer quienes se asienten en el Mundo Qonitos, para lo cual tautológicamente usan al Metro de Quito como carnada. Ahí sí han actuado con coherencia, debo reconocer. ¡Vaya que Mauricio Rodas ha hecho negociados de altura! Un ave de rapiña que ha arrasado a su paso, de la manera más perversa e infrahumana posible, con barrios como el Bolaños, como San José del Condado y tanto otros; cuyos dueños han habitado ancestral y legalmente sus tierras desde tiempos inmemoriales. Sobre sus casas, sus terrenos, sus cuerpos y sus vidas; el Mundo Qonitos se abre paso al son del infame discurso que asegura que los métodos de construcción civil, observan las más estrictas regulaciones internacionales.

Avanza así su oferta para llegar al punto en que nos quieren contar que el Mundo Qonitos está lleno de gente talentosa, creativa; de profesionales y de magníficas universidades. Tal vez esta es la parte más inmoral del video. Es verdaderamente un himno a la gentrificación y el blanqueamiento social. El noventa y cinco por ciento del tiempo que dura la publicidad lo que vemos es edificios, parques, asfalto y nubes; el capital sobre el ser humano de manera literal. En el restante cinco por ciento miramos a los representantes de la hegemonía capitalista, invitando a sus pares a venir al Mundo Qonitos: hombres blancos, profesionales, jóvenes y guapos. Hasta los estudiantes de la universidad que muestran lo son. Y la única mujer que aparece (con insoportable impostación corporal y vocal) dice una frase impresentable, a la que solamente le falta un cierre como: “…Porque en el Mundo Qonitos hay galletitas”.

La toma de la Universidad Qonitos inmediatamente nos remite a algo tan intangible como el cine. Una arquitectura muy neoyorkina, muy catalana. ¡Hermosa! Las secuencias nunca vistas de las universidades púbicas de Quito nos hablan de aulas sin ventanas, baños sin puertas y parqueaderos donde las alumnas son acosadas sexualmente por sus profesores.

Desde luego su paraíso de levadura tiene un aeropuerto sobre el que cantan loas. Mientras lo hacen, miles de ciudadanos quiteños todavía bregan con el hecho de haber sido sacados de sus terrenos, casi casi por la fuerza. Tierras por las que recibieron valores miserables y por donde hoy pasa la carretera que conduce al terminal aéreo, cuyos aviones transportan sus muy ponderadas “rosas de exportación”. Esas cultivadas con químicos cancerígenos que hace 10 años mataron a mi amiga Victoria Ipiales Cacuango; quien -junto a otros miles de trabajadorxs del campo- las plantó, las cosechó y recibió un salario menos que injusto. Sin embargo ustedes insisten en que el Mundo Qonitos es ideal para hacer negocios, vivir, producir y TRASCENDER.

Y claro, su algodón de azúcar es uno que pretende adornarse con música, museos, teatros, festivales y vida nocturna. En el Quito de carne y hueso, hay una muy buena cantidad de artistas de diversas disciplinas a los que el Municipio de Quito aún les adeuda dinero por contratos. Hay festivales de cine como el Cero Latitud y el Edoc. El primero desapareció por falta de apoyo económico y el segundo ha sobrevivido en las dos últimas ediciones. Mientras la noche en el Mundo Qonitos es una toma aérea, nocturna y espectacular del Quicentro, Norte, claro está; la de Quito está plagada de hordas de aquellos emigrantes a los que les prometieron el oro y el moro; y que como evidentemente no lo consigueron, se dedican a delinquir, ya sea con sus paisanos o mezclados con aquellos ecuatorianos pauperizados, que viven en los bordes de la ciudad, y que llegaron a la misma en busca exactamente de lo que dice Ana Dolores Román: “Una ciudad que inspira a seguir trabajando por un mundo mejor”. Un mundo mejor para los 7 hijos que en el campo, esperan que ese padre, esa madre; llegue el fin de semana con el pan”.

Si hemos de hablar de una ciudad a la altura de nuestros sueños, como ciudadana con derechos voy a expresar los míos:

– Una ciudad donde mi hija, mis amigas, mis compañeras de lucha y todas nosotras no tengamos que ser karatecas y andar con algún tipo de arma en nuestros bolsos; para poder sobrevivir. Un Quito con tolerancia cero a violadores y femicidas.
– Un transporte púbico digno para seres humanos, en todo el amplio espectro de lo que eso implica. Donde a mi hijo ni a persona alguna le asalten con cuchillo y pistola.
– Unos funcionarixs municipales que dejen de una vez por todas de ser lo peor de lo peor de la burocracia pública del país.
– Una ley de contratación pública reformulada que impida que las autoridades se roben el dinero del pueblo y no puedan aceptar coimas de las empresas extranjeras, para que les adjudiquen los contratos.
– Una urbe amigable con el vendedor informal.
– Un lugar donde podamos caminar todxs, a la hora que nos apetezca y estemos segurxs y protegidxs.
– Una ciudad concebida para peatones y no solamente para máquinas.
– Un Quito sin reina, sin reyes. Un Quito con inversión social responsable y sostenida.
– Un territorio donde la ancestralidad de los dueños de la tierra: moradores de barrios y árboles centenarios; no puedan ser tocados de forma alguna.
– Un espacio público amigable con lxs discapacitadoxs, las subculturas urbanas, las mascotas.
– Un lugar sin clínicas de deshomosexualización.
– Una ciudad donde la sociedad civil no tenga que saltar la barrera del sonido para conseguir el permiso para hacer un evento que persigue la expansión de la conciencia. Y que por el contrario sea radical con aquellos que contaminan el ambiente de una u otra manera.
– Un terreno donde los vestigios patrimoniales no puedan ser tocados.
– Una legislación que impida que con el dinero del pueblo se compren títulos eufemistas para la ciudad y/o se hagan eventos infelices como el Hábitat III, La Fiesta de la Luz, la visita del Papa Francisco y similares.
– Unas Fiestas de Quito sin corridas de toros.
– Un Quito Invest que erradique sus formas y fondos alienados y alienantes. Que sea más (Eugenio) Espejo y menos (Tommy) Schwarzkopf.
– Una planificación arquitectónica que le ponga un freno rotundo a propuestas gentrificadoras como la de Uribe&Schwarzkopf, que se escudan en la máscara de la “cultura” para deducir impuestos; cuando en realidad adjudican proyectos a demasiados artistas extranjeros.
– Una urbe sin tallarines negros en los postes. Con menos vallas de Coca-Cola y más arte urbano.
– Una alcaldía que escuche y ponga en práctica los sueños de lxs quiteñxs, anteponiendo siempre los derechos constitucionales de los seres humanos y los de la naturaleza sobre la selva de cemento.

Quito Invest, el pueblo de Quito merece respeto; no mijagas de galletas gringas.

1<iframesrc=»https://www.facebook.com/plugins/video.php?href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fjuanjo.grijalva1%2Fvideos%2F10215986187354984%2F&show_text=0&width=560″ width=»560″ height=»315″ style=»border:none;overflow:hidden» scrolling=»no» frameborder=»0″ allowTransparency=»true» allowFullScreen=»true»></iframe>

2 http://www.usconstructores.com/construyendo-cultura/

3 http://www.elcomercio.com/actualidad/ecuatorianos-cifras-pobreza-inec-2018.html

4 https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/economia/4/pobreza-sube-ecuador-inec

#YoSíTeCreoCristina

Por: @NguyenGuerrero

El caso de Cristina, una estudiante de artes de la Universidad Central del Ecuador, que de forma valiente denunció a su profesor, ha vuelto a poner de manifiesto la compleja situación que viven las mujeres en las aulas universitarias. Cristina ha tenido la fortaleza para llevar adelante su denuncia y ha contado con el apoyo de sus compañeros de clase y de carrera, quienes han sido testigos de la agresión del docente, que comenzó hace tres años.

Este y otros casos han puesto en evidencia que las instituciones superiores no se encuentran preparadas para brindar la debida protección a las víctimas, negándoles la garantía de no revictimización. Cristina y las compañeras que rindieron versión dentro del proceso de investigación, debieron soportar actos de intimidación por parte del agresor y del abogado de éste, sin que las autoridades hayan adoptado las medidas de protección necesarias. La decisión de Cristina, quien venció el miedo a denunciar, así como la solidaridad de los movimientos estudiantiles y de mujeres, determinó que su agresor, finalmente fuera destituido por las autoridades de la Universidad Central.

DfNIQO2X4AEflNy

El acoso sexual ha sido, hasta hace un tiempo, un tema invisibilizado; sin embargo gracias al decidido trabajo de sectores de estudiantes y docentes de varias universidades del país (Universidad Politécnica Salesiana, Universidad Central del Ecuador, FLACSO, Universidad de Cuenca, Pontificia Universidad Católica del Ecuador) se ha venido gestando un movimiento que busca desterrar del alma mater este lesivo comportamiento. Este movimiento busca en primer lugar generar normativa,   instrumentos y rutas para que las instituciones educativas puedan prevenir, atender y sancionar estos hechos; y, un proceso en el que se camine hacia la erradicación de las agresiones sexuales en las instituciones educativas.

A pesar de que nuestro país no cuenta con estadísticas formales respecto de esta problemática (la última encuesta realizada por el INEC data del año 2011), algunas investigaciones señalan al acoso sexual como una causa de deserción, por parte de las universitarias, e incluso de la falta de obtención de su título, a pesar de haber concluido la carrera.

En días recientes se han revelado otros casos, uno de ellos es el de Fernando Alvarado Echeverría, profesor de Artes y Humanidades de la Universidad Católica de Guayaquil; a través de un video publicado en redes sociales se escucha al mencionado profesor agredir verbalmente a sus estudiantes, jactándose de ser «intocable», en el video se señala además, que este maestro forzaba a las estudiantes a que le brinden «gestos de cariño». Las autoridades de esa institución educativa les negaron a las y los denunciantes el derecho a ser escuchados y fue luego de que la denuncia se hiciera viral que informaron haber separado de la institución al mencionado docente.

https://www.youtube.com/watch?v=GqjfqV8KIm8&feature=youtu.be

Un Estado cruzado de brazos.

Un factor determinante para que exista impunidad en los casos de acoso sexual en las universidades, es la falta de políticas públicas para la prevención, atención y sanción. Nos preguntamos ¿cuál ha sido el pronunciamiento del Secretario de Educación Superior, Augusto Barrera, al respecto?… Hasta el momento ninguno.

Las autoridades del sistema de educación superior han optado por una actitud bastante similar a la suscitada frente a los cientos de casos de abuso sexual cometidos en contra de nuestros niños, niñas y adolescentes en escuelas y colegios del país.

Lamentablemente, cuando las víctimas acuden al sistema de justicia, tampoco encuentran una respuesta adecuada; el número de operadores de justicia con una formación con  perspectiva de género es limitado, por ello es muy usual que la víctima desista de interponer la denuncia o de llevarla adelante. El Estado ecuatoriano está en deuda con las víctimas de estos hechos.

La lucha del movimiento estudiantil y feminista chileno como un referente.

La toma de una veintena de universidades en Chile, por parte del movimiento estudiantil y las masivas marchas convocadas por la Coordinadora Feminista Universitaria y la Federación de Estudiantes de Chile, cuya plataforma abarca la exigencia de una educación no sexista, libre de acoso sexual y el final de la brecha de género, es un ejemplo para otros países de América Latina, en la búsqueda de igualdad de oportunidades y de una educación libre de violencia. Las organizaciones de mujeres, en el Ecuador, sin duda, avanzan hacia consolidar su lucha por esas mismas reivindicaciones y requieren el apoyo de todas y todos los ecuatorianos.

 

 

DENUNCIÉ A MI ABUSADOR, AHORA SOY LA ZORRA DE LA CIUDAD

Acudo a este medio para dar a conocer mi caso porque la ciudadanía tiene derecho a saber cómo se administra justicia en este país.  No pongo mi nombre ni el de mi agresor porque me amenazó con denunciarme y mandarme presa.
Soy Daniela, nombre supuesto, tengo 33 años y soy médica de profesión. Fui víctima de acoso y posterior abuso sexual por parte de mi jefe, quien  aprovechándose de su situación jerárquica empezó a emitir comentarios sobre mi cuerpo que cada vez se tornaron más grotescos y ofensivos dentro del mismo ambiente laboral, sin respetar siquiera nuestra oficina, pues trabajábamos juntos y yo, como su subordinada directa. Un día a pretexto de encontrarse a solas conmigo se refirió de manera muy inapropiada a mi escote y  mi busto y posterior a ello, me abrazó por detrás y tocó mis partes íntimas para luego de mi enojo, decir que eso era normal y que no debía sonrojarme.
Pensé en renunciar al trabajo como muchas lo habrían hecho, pero no era justo que yo saliera y él continuara haciendo de las suyas con cualquiera que se le antojara, como si las mujeres estuviéramos en vitrina esperando a que él se decida por una afortunada:  no fui yo quien hizo algo mal, fue él quien se atrevió a atentar contra mi dignidad, y era él quien debía ser castigado con todo el rigor de la ley, así que realicé la respectiva denuncia, esperando por  justicia.

Se hicieron dos procesos: uno administrativo (sumario administrativo) y uno  penal  (denuncia en la Fiscalía). Ambos me exigen pruebas del delito, y como no tengo fotos o testigos del acto mismo, entonces la fiscal, solicita el archivo de mi causa sin considerar testigos ni las pruebas presentadas indicando que son sólo referenciales, entre ellas un audio de la conversación que mantuve con él reclamadole por su actitud y en la que él admite haberme faltado al respeto, diciendo que fue una broma de mal gusto y que sólo quería halagarme;  una testigo que incluso escuchó algunas de las expresiones subidas de tono que él tenía conmigo, los videos de las cámaras del Hospital que demuestran mi presencia en la institución, ya que la defensa de él miente que yo nunca llegué a la oficina, testimonios de profesionales psicólogos que me atendieron  y mi historia clínica  en donde recibí atención para tratar de salir de ese trauma  y además una evaluación realizada por el psicólogo perito nombrado por la misma Fiscalía que determina la credibilidad de mi testimonio y la concordancia de mis síntomas con los hechos relatados.

Inicialmente, el juez no dio paso y devolvió el trámite a la Fiscalía Provincial  para continuar con el trámite, pero finalmente decidió ratificar las barbaridades que indica la fiscal  en su documento mal redactado, hasta que dos días después de aprobada la ley en contra de la violencia a la mujer, con todo lo detallado, terminaron notificando el archivo de mi caso.
Obviamente, mucho tuvo que ver que el hijo de este hombre, es alto funcionario de una institución pública, quien interpuso su poder sobre la ley para que su padre no sea condenado como se merecía.

Mientras tanto, en el tema administrativo el mal sabor es exactamente igual, ya que aquí también  archivaron el caso y no le dieron el castigo que le correspondía, le retiraron del puesto pues era de libre remoción, pero no salió destituido, ya que en la resolución del Sumario Administrativo se indica que no existen pruebas que demuestren que el abuso ocurrió.

Hice lo que la publicidad  del gobierno aconseja pero de nada sirvió  y como yo, habrán muchos casos que quedan en nada y hablar solo sirve para que vivas estigmatizada y decepcionada. Ahora soy la zorra de la ciudad en la que vivo, me tratan como si habría sido amante de este señor y de muchos otros, me tachan de mentirosa, dicen que él me daba dinero y yo se lo pagaba con favores sexuales, dicen que me divorcié porque le puse cuernos a mi marido, dicen que me visto muy provocativa, que fue mi culpa por haber desayunado con él y otros compañeros de trabajo en algunas ocasiones.  Ahora él es la víctima por ser tan bueno y comprensivo.  A mi testigo la sacaron de la oficina y la tratan como delincuente por haber dicho la verdad y no  taparle el secreto al jefe degenerado. Lo que quiere decir que denunciar no sólo ha acabado con mi buen nombre sino también con el de las personas que se atrevieron a hablar conmigo por ser lo justo.

No creo que sea un tema de ley, el problema es de quienes administran la justicia, y en mi caso particular, el familiar directo de este delincuente  influye desde su ámbito en el trámite citado para evitar la acusación que le corresponde  a un hombre del que todos conocen sus antecedentes.
Quiero justicia porque no soy la única que pasa por esto, se enfrenta al monstruo y queda más desprotegida que antes, quiero justicia porque el acoso, el abuso y la discriminación son cotidianos y es momento de que se ponga un alto, que la justicia sea justicia para todos y no solo para los privilegiados.
La justicia me ha fallado.

CARTA ABIERTA A LA REINA DE AMBATO

«Los vestidos de las jóvenes no estropean el espectáculo de la inmensidad del mar»
Marcel Proust

María Judith:
En días pasados la red social ecuatoriana y los medios de comunicación dieron cuenta del malestar de un parte de la población del país, debido al hecho de que Usted habría convocado a la audiencia a una corrida de toros, con el fin de recaudar fondos para obras sociales.
Como antecedente a las palabras a continuación, debo decir que he tenido parientes cercanas y lejanas que han sido reinas de belleza, que tengo ascendencia ambateña y que como una feminista que persigue ser coherente -si bien no estoy de acuerdo con la existencia de concursos de belleza- discrepo totalmente con la adjetivación de “reinita”, a mujeres que ocupan funciones como la suya.
María Judith, en algo menos de 90 días su reinado dejará de ser tal, por lo tanto, esta carta pública tiene como objetivo motivarla hacia una transición necesaria, de tal suerte que pase de la corona de la Fiesta de las Flores y de las Frutas a ser verdaderamente una soberana; dando paso a un simple gesto que la convertiría en una mujer que trasciende los paradigmas de lo establecido, con el único fin de buscar el bien común y el bienestar social.
No porque hasta la saciedad la llamen “soberana” en los medios de comunicación y en los discursos públicos, implique que así lo sea. Usted, María Judith, al igual que muchas reinas de belleza del Ecuador y del mundo, obedece reglas y preceptos que han sido diseñados muchos años atrás; para perpetuar las tradiciones que por siglos han maquillado a la caridad de “obra social”; y al capitalismo y al patriarcado de “belleza”.
La caridad, María Judith, ha sido, es y será es un acto colonialista que siempre está vinculado al lucro; como en el presente caso de la corrida de toros a la que -a través de la utilización perversa de su hermosa figura- los empresarios de Citotusa organizaron en Ambato, hace unas semanas atrás; tal como lo han hecho por décadas, en todo el país; por el simple hecho de ensalzar su gusto cruel de ver correr sangre de seres vivos. Convocatorias que incluyen descaradamente a alcaldes y funcionarios municipales.
María Judith, lo “legal” no siempre es justo. En efecto, Tungurahua ha votado por tener corridas públicas de toros; lo que no quiere decir que el toro -que no tiene una voz que el humano comprenda- tenga que morir.
La tauropataía, en todas partes del mundo, ha enmascarado las corridas de toros, con la fachada de la beneficencia. Los resultados siempre son la nula consecución de este fin. Apenas unas migajas de esos dineros le son entregadas a las personas utilizadas como títeres para estos fines; con los que a veces no pueden tan siquiera cubrir el presupuesto de publicidad del evento.
El otro tema por el que quiero llamar su atención, María Judith, es la altísima cifra de femicidios que hay en Ambato. En el Ecuador 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia; Tungurahua es una provincia que en esa estadística tiene un dígito arriba sobre esos 6 puntos. De enero a octubre del presente año, se cuentan 3 casos de muertes violentas a mujeres por crimen de odio. Cuatro años atrás, en el año 2014, en el que Vanessa Landinez Ortega fue asesinada en Ambato; se registró en esa ciudad la escalofriante cifra de una joven muerta, en discotecas de la urbe; cada fin de semana. He aquí otra forma en la que Usted, a través del empoderamiento (lo sugeriré más adelante), ejercería su presunta soberanía. Puede empezar por investigar esa ejemplar actitud con la que las candidatas al certamen Miss Perú 2017, se han presentado ante el mundo: delante del micrófono, cada una -tras decir su nombre- ha manifestado un: “mis medidas son”, seguido por las diferentes estadísticas de violencia hacia las mujeres en ese país; tan vergonzosas como las nuestras. Y no, no han dejado de ser mujeres, jóvenes y bellas; por el contrario se han vuelto INOLVIDABLES.
Siendo Usted, María Judith, una joven del mundo contemporáneo; lo que la sociedad espera de su persona es que actúe como tal, es decir, en consecuencia con el sinónimo de juventud: expansión de la conciencia feminista hacia el bien común de todos los seres vivos. No me cabe duda de que sus intenciones de ayuda al necesitado hayan sido y sean genuinas. Paso a sugerirle con profundo respeto dos ideas, cuya puesta en marcha le tomará un tiempo no superior a 60 minutos, sin que tenga que incurrir en gasto económico alguno:
1. Me pongo en los zapatos de una adolescente ambateña: si le escucharía en el discurso de entrega del reinado 2017-2018, a la reina saliente decir algo como: “…para cuando dejo esta función pública, mis medidas son: en Ambato 7 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia. Hago un llamado a todos los poderes del Estado, a las familia ecuatorianas, a la iglesia, a los colegios; y a la sociedad en general a hacer un estudio de todos los casos de femicidio en nuestra ciudad, a hacer justicia para estas mujeres y a realizar proyectos sostenidos e integrales de erradicación de las violencias hacia nosotras”. Esa adolescente comprendería ese minuto la extensión inconmensurable de lo que significa ser una “reina”. No antes.

2. ¿Qué tal romper el molde, patear el tablero y pasar a la historia con una carta pública hacia toda la provincia de Tungurahua, difundida masivamente, un día antes de terminar su periplo de funciones; en la que haga un llamado a que la figura de la reina de Ambato esté deslindada por completo de convocatorias en las que se violenta a seres vivos, con fines de lucro; y en presencia ilegal de niños y adolescentes? Sería el momento en que María Judith Custode Carrión pasaría a ser un icono de fiesta; de celebración de la vida, de la paz; y al más puro estilo de Ghandi…de desobediencia civil.
Lejos de querer pretender descubrir el agua tibia con mis ideas, lo que hago es tan solo tomar el ejemplo de pioneras de la historia de la lucha feminista del Ecuador; entre muchas más, la ambateña Ana de Peralta; quien a mediados del siglo XVIII, levantó su voz por el derecho a la libertad estética de las mujeres ecuatorianas.
Segura de su necesidad de soberanía, me despido de Usted, deseándole lo mejor en su vida.

María Belén Moncayo
MALCRIADA TOTAL PRODUCCIONES
“All you need is desobediencia civil”

JORGE GLAS SE SALVÓ…POR EL MOMENTO

Por  Annabell Guerrero

El archivo del juicio político al vicepresidente Jorge Glas Espinel por parte del Consejo de Administración Legislativa de la Asamblea Nacional, CAL, no sorprende a nadie. Sin embargo, sí ha despertado malestar, sobre todo porque el supuesto “cambio de estilo” anunciado por Lenín Moreno frente a la forma de gobernar de su antecesor, generó muchas expectativas en la ciudadanía que olvida que Alianza País siempre ha protegido a los suyos, a sus corruptos. La defensa a ultranza del vicepresidente Jorge Glas no responde simplemente a un comportamiento ovejunoo a que la línea fuerte correísta se enfrente a la morenista: esta lucha representa la defensa de cada uno de ellos, de lo “ganado”, de su estatus de nuevos ricos. Toda la cúpula de Alianza País tiene algún grado de participación en los escándalos de corrupción, ya sea, por tener a cargo grandes proyectos de inversión, como en el caso de Glas con los sectores estratégicos, o por dirigir instituciones con jugosos presupuestos, o por el simple hecho de tener poder sobre las instituciones del Estado y haber sacado provecho.

Saltan a la vista quienes han hecho cabeza en la defensa del vicepresidente Glas. En primer lugar se encuentra Gabriela Rivadeneira, quien fue nombrada secretaria ejecutiva de Alianza País y por lo tanto tiene sobre sus hombros la tarea de sostener el “proyecto político” y un posible retorno de Rafael Correa;  luego sigue Marcela Aguiñaga, sobre quien pesa el conocido caso del “error de buena fe” en la compra de los terrenos del ISSFA y que en su momento trabajó por una candidatura de Glas a la Presidencia. También se destaca María José Carrión, presidenta de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, cuyo padre suscribió conjuntamente con la constructora Odebrecht el contrato para el Proyecto Toachi Pilatón y por último, pero no menos importante, Soledad Buendía, esposa de unos de los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que eligió para un nuevo período al ahora prófugo Carlos Pólit.

Seguramente a Lenín Moreno no le agrada la figura de Glas en su gobierno y quitárselo de encima sea una aspiración a mediano plazo, pero no poniendo en riesgo todo la estructura de Alianza País, con la que todavía gobierna. El juicio político a Glas, sin duda, se convertiría en el espacio para desnudar todo el engranaje de corrupción, no solo del vicepresidente sino del movimiento político que lo llevó al poder.  Y más allá de eso, que la división a lo interno de Alianza País se hiciera aún más evidente y que los correístas, morenistas y serranistas en medio juicio político sacaran los “trapitos” al sol, en una lucha descarnada por obtener más poder.

Pruebas contra Glas para iniciar un Juicio Político sobran.  Él fue encargado, vía Decreto Ejecutivo, de los sectores estratégicos y su tío, Ricardo Rivera fue acusado por la Fiscalía de haber recibido 13 millones de dólares en sobornos por parte de la empresa Odebrecht como pago por los contratos suscritos con el Ecuador. La Comisión Nacional Anticorrupción lo denunció ante la Fiscalía por el caso CAMINOSCA. Sin embargo, los argumentos para archivar el proceso de juicio político no pudieron ser más descabellados, sobre todo porque fue la aseveración de la propia empresa que supuestamente entregó sobornos, CAMINOSCA, al actual vicepresidente y al ministro de Electricidad de ese entonces, Esteban Albornoz, lo que permitió salvar a Glas, al señalar que las pruebas no fueron obtenidas legalmente. De ripley.

Frente a estos hechos que generan impunidad, existen diversos sectores y organizaciones sociales que están calentando motores y comienzan a manifestarse.  Sería imprudente por parte del régimen minimizarlos; lograron durante diez años salirse con la suya, en buena medida, gracias a la figura de Rafael Correa, quien persiguió y judicializó a quienes denunciaban la corrupción, generando temor y desidia en la ciudadanía.  Pero Correa ya no está, el tejido social se encuentra en franca regeneración y la llama puede encenderse en cualquier momento.

DEVENIR MADRE ECUATORIANA ¡Vaya camino sembrado de clavos oxidados!

Por María Belén Moncayo, Malcriada Total Producciones

Empezaré por reivindicar el inconmensurable amor y respeto que siento por mi hija Martina y por mi hijo Matías, a la vez que el rechazo rotundo al Premio de la Madre del Año.  Ese al que desde que naces mujer en el Ecuador, la sociedad entera se encarga de convertirlo en tu única meta de vida. Continúo esta introducción comentando que desde hace muchos años me he desempeñado como instructora de clases de maternidad y paternidad; labor que me ha permitido llegar con mis modestos conocimientos al encuentro de mujeres de diversas clases socio-económicas de Quito. Así como también, desde mi asidero de activista de Derechos Humanos, a mesas de trabajo donde junto a otras y otros profesionales en el tema de Salud Sexual y Reproductiva, propusimos ciertos cambios al Código Orgánico de la Salud  (COS); ante los asistentes de los asambleístas que componían -en aquel entonces, año 2014- la comisión de discusión de dicho Código. Actualmente y de cara a las imposiciones que se persiguen para las madres, desde el Registro Oficial del COS, se me antoja revisar el tema de la maternidad, desde la política del cuerpo y la conciencia de clase; en el ámbito público y privado.

Ese óxido de los clavos que presenta este texto proviene de un lugar común, tan conocido como repugnante:  el patriarcado.  Es así que las mujeres ecuatorianas que devienen madres -todas- deben seguir la senda cual equilibristas en la cuerda floja, para no engangrenar su ser con las imposiciones sociales:  el Estado, la familia, el médico, el jefe, el progenitor, el espacio público y la novelería; que podrían resumirse en esa frase que ilustra el imaginario favorito de ese machismo recalcitrante que busca la sumisión de la mujer en todos los componentes de la vida: “MALA MADRE”.

EL ESTADO
Pese a que la Constitución de la República garantiza en varios artículos que las mujeres pueden tener el tipo de parto que deseen, la violencia obstétrica campea de manera infrahumana en lo público;  porque si vas a parir en una maternidad que no corresponde al distrito en el que vives, empezarás a caminar en lo que se llama “El Corredor de la Muerte”.  Ese que produce vergonzosas cifras de muerte materna;  misma que felizmente ha sido combatida con la generosidad de los sueldos de los asambleístas, quienes tras este acto de benevolencia ya no podrán comprarse dos pulseras en Amazon, sino solo una ¡Mamiticos!  Pero si por el contrario lo que te lleva al hospital público es un aborto en curso, no es nada difícil que termines en la cárcel;  desde luego si eres pobre y negra…más bien será facilísimo. ¡Ah! Pero no faltarán los gobernantes misóginos que se crean con el derecho de decirte que no puedes dedicarte a la maternidad (como sinónimo de vagancia), sino que tienes que “estudiar” y “postergar tu vida sexual”.  Sí, esos mismos que te obligaron a recibir clases de religión católica en el colegio fiscal en el que estudiaste…Sí, esos, los que te hacían ver La Rosa de Guadalupe en su canal de TV; presentada por uno de sus ministerios.  Y pensar que la única asambleísta que hizo algo para erradicar estas cifras de muerte materna era Social Cristiana y las “feministas” agacharon la cabeza ante el patrón.  Eso sí, las buenas intenciones de la primera le llegaron hasta la despenalización del aborto nomás.   Pero como los que sabemos quieren hacernos creer que están escuchando a las organizaciones sociales, se les ocurre tomar cualquier propuesta al azar, para el caso que nos atañe, la reforma al COS que busca restringir la venta libre de sucedáneos de la leche materna;  sin que paralelamente haya una política pública integral, que propenda a beneficiar las condiciones laborales de las madres lactantes;  y peor aún, la posibilidad de que se elabore -en Yachay, por ejemplo- una fórmula nutritiva que sustituya de la mejor manera posible a la leche materna.  No, para nada. Su argumento puro, duro e irresponsable es:  “Fomentar la lactancia”.  Ante tanta magnanimidad solo cabe repetir la frase de la exvicepresidencia del Ecuador:  “¡Mija linda sonría!”…y no sea MALA MADRE.

LA FAMILIA
La familia conservadora ecuatoriana es también la cacareadora del estribillo: “Mala Madre”. Much@s lector@s estarán pensando que este texto adolece de lo mismo que pregona:  conciencia de clase, por el hecho de que afirmo en líneas superiores que TODAS las mujeres que devienen madres en el Ecuador están expuestas a la categorización de inútiles.  He dado clases de maternidad a mujeres jóvenes, blancas y millonarias a quienes sus familias las tratan como tales.  No solamente que las culpan por no tener leche en sus pechos y por no estar dispuestas a intentarlo una y otra vez, sino que además también les dicen:  “Mija linda sonría…no ve que es el fotógrafo de la Revista Cosas”. De hecho el solo intento de desmarcar a estas mujeres del este problema social, solo por el hecho de tener dinero; es también otro tipo de inconciencia de clase, de racismo y de exclusión. He dado clases también ha mujeres pauperizadas, de las periferias de Quito; a quienes sus familias -dada su corta edad y su numerosa prole- las consideran tontas y putas.

EL MÉDICO
Desde una muy incorrecta generalización me refiero al profesional de la salud que atiende a las mujeres embarazadas, desde el diminuto (estadísticamente hablando) lugar de enunciación de quienes han sido mis alumnas.  En el 99.9% de los casos, ellas han dado por hecho que lo que dice el médico, varón, no es discutible.  Asumen su diagnóstico como escrito en piedra.  Es más, muchas ni siquiera se plantean la posibilidad de tener una autonomía en el parto;  y no las culpo desde luego, cómo hacerlo en un imaginario donde la Constitución sirve para limpiarse la nariz.
Desde la voz hegemónica, la del director de un hospital privado de Quito, salió la respuesta a una entrevista hecha por una activista de Derechos Sexuales y Reproductivos:  “Mija linda, en este hospital no hacemos partos, solo hacemos cesáreas”.  Puedo imaginar su cara de asco, al referirse al “parto” como un fenómeno tercermundista, propio de indias sucias y pobres.
Las historias de violencia obstétrica, en hospitales públicos y privados, que me han sido compartidas por mis alumnas conllevan esa carga perversa de infantilización y maltrato físico y psicológico hacia las parturientas.  Expresiones como: “Señora quespues, no grite tanto, van a pensar que le estamos matando”, son completamente posibles.  Nuevamente el sinónimo de “¡Mija linda sonría!”

EL JEFE
Ese que no contrata mujeres jóvenes, casadas, porque si se embarazan hay que darles permiso de maternidad y de lactancia.  El mismo que contrata mujeres jóvenes, solteras; a quienes acosa sexualmente, muy probablemente las embarace;  pero como es casado, la chantajeará con despedirlas del empleo si no abortan. Ese digamos el bajo perfil y promedio.  Pero, en la esfera pública, hay también Alcaldes de Quito que se han golpeado el pecho por los derechos de la mujeres;  y sin embargo, varias empleadas municipales han sido despedidas de sus cargos por tomarse sus horas de lactancia o su permiso de maternidad.  Jefes para quienes el cuerpo femenino constituye un pedazo de carne del cual lo único que quieren ver es a una Mija linda sonriendo.

EL PROGENITOR
¡Vaya joyita! Los hay violadores de niñas de 10 años, hijas de sus amantes o sus nietas ¡vaya! Los hay torturadores de la mujer a quien han embarazado y someten a una nueva violación durante la gestación.  Hay también los que después de haber incurrido en una serie de comprobables violencias de diversa índole, por su linda cara (léase poder y dinero) se declaran víctimas que han perdido la custodia de sus hijos;  y arman grupos Facebook y van a llorar a la Asamblea Nacional. Desde luego a ellos les aguantan nomás el llanto.  Muy gay sería decirles “Mijo lindo sonría”.  Y qué me dicen de los que creen que porque la madre tiene un doctorado o trabaja fuera del país, está forrada de plata;  y por supuesto no le pasan un quinto de pensión a sus hijos.  Pensar que recién a finales del siglo XX, las mujeres pudimos ligarnos en el Ecuador sin el consentimiento del marido…¡Esperen! años atrás también del suegro. Indeed, herencias del siglo de las luces de García Moreno, que en la práctica social todavía se impone:  ¿No son acaso trilladas las frases de almuerzos dominicales como “Para cuándo el varoncito”, “Ya te estás atrasando”, “Bello fuera que tengan la parejita”?
Ese progenitor que cuando le nace una niña dice: “¡Ufff, para nomás de que se case!”, “Ufff, la chancletita”;  el mismo que por su varón va y compra en Amazon habanos Partagas o como mínimo una jaba de bielas.
Todos los demás, son los padres ecuatorianos; esos hombres feministas y comprometidos con una crianza libre y autónoma. Muchos de los cuales han sido mis alumnos y me han devuelto la fe en la humanidad.

EL ESPACIO PÚBLICO
La calle, las plazas, las revistas para mamás, la publicidad;  en el Ecuador, son la apología de “Mija linda, ahora que ya es madre…sonría”.  No hay capital de provincia del Ecuador que no tenga un monumento a la madre, muchos de estos con esculturas de mujeres gestando y rodeadas de una prole numerosa; acompañadas de loas de exaltación de la figura materna, como el epítome de la excelencia de los femenino. ¿Has visto alguna vez una portada de revista para madres con una mujer embarazada vomitando de puros estragos? No, no has visto. Como nunca has visto un comercial de TV, en el que una mujer hable sobre la autonomía y soberanía sobre su vida y su cuerpo;  para anunciar toallas sanitarias, por ejemplo.

LA NOVELERÍA
Le tengo tanto o más terror como a los antes mencionados. Con novelería me refiero a estos espacios papa frita, producto de la con-fusión de lo hipster, lo hippie, lo New Age, “el feminismo”, la cosmovisión andina, la ginecología natural y el yoga;  que brotan de la noche a la mañana, desde un total desconocimiento de lo que prometen y desde luego de una profunda inconciencia de clase.  Sí, lo digo yo, una instructora de Pre y Post Natal  Kundalini Yoga;  quien con conocimiento de causa ha visto cómo estos espacios improvisados, han caído en la misma exclusión que tanto imputan al patriarcado. Espacios que se asquean de que una mujer que trabaja 8 horas diarias (cuando no 14) se tome una pastilla alopática para no desmayarse del cólico menstrual en el trabajo;  y por el contrario esperan que tenga tiempo de hacer un ritual con su sangre. Grupos que se aterrorizan cuando esa misma madre necesita darle un biberón con leche de fórmula a su bebé y con una facilidad de palabra recomiendan: “Renuncia a tu trabajo”. Talleres donde señalan con el dedo a las mujeres que deciden ser madres solteras, donde no hay cabida siquiera para contemplar el hecho de que en el mundo real hay millones de mujeres que ha decidido no ser madres;  y qué decir de lesbianas adoptando o gestando hijos…¡El acabose!…Y ya con lo que voy a decir a continuación les voy a terminar de caer completamente mal:  resulta que aquellas alumnas mías que no han hecho tanta bomba del parto respetado, en agua;  con toda la parafernalia correcta, han dado a luz en condiciones no solamente de parto natural, sino que han sido alumbramientos poéticos. Por el contrario, ya he perdido la cuenta de aquellos casos en que las mujeres están obsesionadas (en el sentido peyorativo de la palabra) con tener un parto al más puro estilo Michel Odent, y terminan en labores de parto súper complicadas y cesáreas. La forma de nacer no puede ser una moda, tiene que ser un ser y un estar, en tú aquí, en tú ahora; siendo fiel solamente a tú verdad. No a la del Estado, no a la de la familia, no a la del médico, no a la del jefe, no a la del progenitor, no a la del espacio público. ¡Desmárcate de la novelería y sé la madre que puedas ser!

PENSIONES ALIMENTICIAS, UN DERECHO DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES

Por Pilar Rassa

Los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derechos y garantías los cuales son irrenunciables.  Entre estos derechos consta el de alimentos, el cual es “connatural a la relación parento filial y está relacionado con el derecho a la vida, la supervivencia y una vida digna, a la vez, esto  implica la garantía de proporcionar los recursos necesarios para la satisfacción de las necesidades básicas de los alimentarios[1].

En Ecuador, anualmente se tramitan miles de demandas por el pago de pensiones alimenticias. De acuerdo al Sistema Automático de Trámites Judiciales del Consejo de la Judicatura, desde enero hasta septiembre del 2016, ingresaron 47 409 causas por este tema y se han resuelto  67 905.  Esta diferencia entre causas recibidas y causas resueltas se explica porque existían causas represadas que ya fueron tramitadas. Según el ex Presidente Correa, están presos por incumplimiento al pago de pensiones alimenticias, 869 padres (Enlace 503).  Lo señalado nos muestra una realidad lacerante que afecta a madres, niños, niñas  y adolescentes.  Por ello es necesario el apremio para los alimentantes que no cumplan con sus obligaciones, ya que la falta de pago de alimentos por parte del progenitor alimentante, crea problemas de varios tipos y afecta el desarrollo de niñas, niños y adolescentes y el apremio cumple con la función de persuadir en el cumplimiento de las obligaciones parento filiales en cuanto a alimentos se refiere.  Eliminar esta figura legal que permite evitar que se incumpla con esta obligación, a mi criterio, sería muy grave.  Obviamente,  el apremio debe ser la última opción a aplicar en estos casos.  El  artículo 137 del Código Orgánico General de Procesos, COGEP, señala “cuando el progenitor obligado a pagar pensión alimenticia, incumpla el pago de dos o más pensiones alimenticias, a petición de parte, previa constatación mediante la certificación de la respectiva entidad financiera o del no pago,  se dispondrá el apremio personal hasta por treinta días y la prohibición de salida del país. En caso de reincidencia, el apremio personal se extenderá por sesenta días más y hasta por un máximo de ciento ochenta días”.   Es decir:

-Para que se pueda proceder a solicitar el apremio deben transcurrir más de 60 días de no pago

-Para que se dé tramite  transcurrirán no menos 30 días, luego de lo cual se procederá recién a la emisión del apremio, todo con conocimiento del demandado

-Para llegar a la detención pasarán al menos de 15 días más.  Como rápido transcurrirán 120 días para que el padre o la madre cumpla con su obligación de entregar los alimentos.  Mientras tanto, ¿quién vela en este tiempo por el bienestar del niño, niña o adolescente?, ¿qué pasa con la madre que tiene a su cargo los hijos y no tiene trabajo, con qué recursos los alimenta?

Si un alimentante está en situación de desempleo, el Estado tiene que asumir su responsabilidad.  Para ello debe ejecutar políticas públicas que precautelen el interés superior del niño,  niña y adolescente, debiendo crearse un fondo que cumpla con el derecho del alimentario.  No es solución pasar la responsabilidad a abuelos, hermanos o tíos que pueden estar en igual o peor situación que los padres.

Se habla de las mujeres que tienen hijos para recibir una pensión o de mujeres aprovechadoras que ven al padre de sus hijos como cajero automático.  Para desmontar estos prejuicios es necesario que revisemos algunos datos:

-En marzo del 2016, a nivel nacional, el 7,4% de las mujeres estuvo en situación de desempleo, mientras que para los  hombres el desempleo fue de 4,4% [3]

-Según datos del INEC, los hombres ganan más que las mujeres.  Estos datos muestran que existe una diferencia de $ 101,44 en el ingreso laboral promedio que recibe un hombre ($ 519,61) y el de una mujer ($ 418,17).  Tomemos en cuenta que estamos hablando de empleo pleno, pero como vimos, la mayoría de mujeres ecuatorianas, tiene un trabajo informal

-La tasa de empleo Adecuado/Pleno para los hombres es 14,8 puntos porcentuales mayor que la de las mujeres.[4]

-De las mujeres que están empleadas, más del 52% está en el mercado informal, según estadísticas publicadas en un estudio realizado por la Comisión de Género de la Coordinadora de Centrales Sindicales Andinas (CCSA).   El resultado del trabajo en el sector informal, significa principalmente menos protección de derechos (salario mínimo, horarios) y no afiliación a la seguridad social

-De  4,3 millones de hogares, el 26,4% (1,1 millones)[2] corresponde a jefas del hogar. Es decir,  son mujeres las que mantienen económicamente a sus familias, son ellas las que mantienen sus hogares.  Muchas de ellas nunca han recibido ni reciben pensión alimenticia.

-En Ecuador, las mujeres aumentamos al menos 4 y media horas diarias  a nuestra jornada laboral por tareas no remuneradas del hogar. Por lo cual, señalamos que a pesar de las disposiciones constitucionales, en la práctica, no se reconoce que las tareas domésticas y de cuidado son un trabajo.

Por otro lado, es necesario transparentar montos:

-El mínimo que el alimentante debe aportar por un hijo en el primer  nivel de la tabla es de $105,45

-Si tiene dos hijos, $148,77

-Si los hijos son en dos madres diferentes, este valor se divide para dos, lo cual quiere decir que la madre debe mantener a su hijo con $74,45  y si los hijos son con tres madres diferentes, cada uno recibe $65,22.

Según datos periodísticos [5], el 31.5% de las pensiones alimenticias son menores a $100 y las estadísticas muestran lo siguiente:

Rango                           % de pensiones que aplican
Hasta $ 50                                 2,9
De $51        a  $ 100               28,63
De $ 101     a  $ 200               53,56
De $ 201    a  $ 300                   9,1
De $301     a  $ 600                  4,52
De $601     a  $ 1.000               0,82
De $1.001 a  $ 7.000               0,46
Mayores de $ 7.000                0,01

Se está popularizando el criterio que las madres no aportamos a la manutención de nuestros hijos o hijas.  Está afirmación está totalmente alejada de la realidad, pues como se puede colegir de la simple lectura del análisis de la tabla que consta en el párrafo precedente,  las madres aportamos en la manutención no solo con el cuidado sino con recursos efectivos, pues con $35, $50 o $100  no vive un niño en este país.

Otras cifras alarmantes que también se relacionan con los temas que estamos tratando:  de acuerdo al análisis de resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres realizado en noviembre de 2011,  379.098 mujeres de 15 años o más, declaran haber sido víctimas de violación.  Los datos sobre los responsables de la violación sexual, muestran que  ocurre, principalmente, en el ámbito familiar. En el Ecuador 3.684 niñas de entre 12 y 14 años, fueron víctimas de violencia sexual y muchas de ellas se quedaron embarazadas.  Estas mujeres y niñas, como resultado de violencia sexual, se ven obligadas a cambiar su proyecto de vida y dedicarse a trabajar para mantener a sus hijos o hijas que engendraron  producto de la violación.  La mayoría de ellas nunca tendrá la posibilidad de seguir un juicio de alimentos, tomando en cuenta  además, que en la mayor parte de casos, los perpetradores sexuales son parte de su entorno familiar.  Esta es una realidad que no se debe  ni se puede ocultar y que no está relacionada a credos religiosos ni a sesgos ideológicos, sino que se trata de algo tan simple y tan llano y que debería cobijar a todos los seres humanos:  sus derechos.

Por lo señalado, es necesario tratar el tema libre de prejuicios o apasionamientos, poniendo en primer lugar el interés superior de niños, niñas y adolescentes.  Si existen reformas,  no pueden ser regresivas, por lo que no pueden significar disminuir el monto de alimentación y deben ser vistas  desde la corresponsabilidad de padres, madres y  Estado.

Aclaración al 21 de julio del 2017:

La Corte Constitucional resolvió modificar y declarar inconstitucional el primer inciso del artículo 137 del Código Orgánico General de Procesos (COGEP). La Corte dispuso reemplazar de forma inmediata la disposición sobre el apremio personal (hasta que la Asamblea Nacional regule el asunto definitivamente). La sentencia dispone que antes de tomar cualquier decisión se deberá llamar a una audiencia para que el juez o jueza resuelva sobre la medida que se va a cumplir por parte del alimentante o deudor. Pero esto se aplica únicamente si se comprueba que la falta de pago obedece a que el alimentante no cuenta con una actividad laboral o económica, es una persona con discapacidad o sufre una enfermedad catastrófica. En esos casos, el juez dispondrá de las siguientes medidas: la celebración de un compromiso de pago para cancelar lo adeudado, el apremio parcial (prisión en horario nocturno) o el uso de un dispositivo de vigilancia electrónica durante 30 días.

Otras fuentes http://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador-madre-negocios-mama-mujer.html.  Encuesta de Condiciones de Vida marzo 2015 ;Censo 2010; Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra  las mujeres 2011 del INEC

[1] Código de la Niñez y Adolescencia. CAPITULO I Derecho de alimentos. Artículo 2

[2]  http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Infografias/mujer-info001.pdf

[3] http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/EMPLEO/2016/Marzo-2016/Presentacion%20Empleo_0316.pdf

[4] http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/EMPLEO/2016/Marzo-2016/Presentacion%20Empleo_0316.pdf

[5] http://www.eluniverso.com/noticias/2017/05/07/nota/6170518/315-pensiones-son-menores-100

El dibujo que acompaña este análisis apareció originalmente en https://revistadetournement.wordpress.com/2013/04/24/pintura-purepecha-contemporanea-hecha-por-ninos/

REFORMA MISÓGINA

Por: @NguyenGuerrero

Al igual que muchos ecuatorianos y ecuatorianas siento un profundo alivio al saber que Rafael Correa ya no estará todo los sábados destilando odio desde sus acostumbrados “enlaces ciudadanos” y no es que crea que con Lenin Moreno como presidente las cosas cambiarán en este país. Para nada, pero está claro que Correa ha generado una corriente de división jamás vista y lo que es más grave que sus discursos cargados de resentimiento y megalomanía llegaron a convertirse en normas y políticas públicas y su visión autoritaria e intolerante del ejercicio del poder en una justicia que persigue a sus opositores.

Correa está de retirada, se va, pero no sin antes asestar otro golpe, en lo que a materia de derechos de las mujeres se refiere. No le bastaron los insultos que sábado a sábado repetía: “gorditas horrorosas”, “malcriadas”, “coloraditas”. Sus comentarios lascivos hacia las mujeres que asistían a las sabatinas, afirmar que la participación de la mujer en espacios políticos no ayudó a la democracia, pero si a mejorar la farra, haber impedido que se legisle a favor de la despenalización del aborto en casos de violación, imponer un plan familia oscurantista. Ahora se ha empeñado en presentar una reforma al Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, que lejos de buscar el interés superior del niño, o mejor dicho, bajo esta excusa cuestiona a las madres, quienes ya tienen bastante con batallar día a día con un sistema judicial carente de perspectiva de género.

La reforma que plantea el presidente de la República no está siendo analizada desde la realidad y así no se puede legislar. En el Ecuador el promedio de pensión alimenticia que recibe el progenitor a cargo de la tenencia de los menores, se encuentra en alrededor de los $100 y $140 y con ello se cubren rubros como educación, salud, alimentación, vivienda y recreación. Es de estos escuálidos valores de los que se pretende se “rindan cuentas”, bajo el supuesto de que son utilizados para “otros fines”.

Una mayor participación de los padres en la crianza de los hijos es sumamente necesaria. El problema radica en utilizar este discurso como pretexto para “revisar” la tabla de pensiones alimenticias (lo que significaría una regresión en materia de derechos, prohibida por la Constitución) y ejercer control de los “gastos” que realizan los progenitores que se encuentran al cuidados de sus hijos, en un país en donde la canasta básica bordea los 700 dólares.

Veamos un ejemplo sencillo: el valor mínimo que el alimentante tiene que pasar por un hijo o hija en el primer nivel de la tabla de pensiones alimenticias es de $105,45. Si tiene dos hijos será de $148,77, pero si los hijos son en madres diferentes este valor se divide para dos, lo cual quiere decir que la madre deberá mantener a su hijo con $74,45 y si los hijos son de tres madres diferentes, cada uno recibirá $65,22. Esto se dividiría así: para alimentación 2 dólares diarios y lo que sobra esto es 5,22 para salud, educación, vestuario, esparcimiento.

Los roles tradicionales de madre “cuidadora” y padre “proveedor”, deben ser superados; se requiere trabajar en el ámbito educativo, normativo y de políticas públicas, buscando avanzar en materia de derechos, poniendo al centro del debate el interés superior de niños, niñas y adolescentes, pero no bajo la ya acostumbrada “metodología” del saliente presidente de la República, que consiste en generar un falso enemigo a quien combatir, a quien se lo desdibuja ante la opinión pública, para ganar una falsa razón y que en este caso serían: las madres extorsionadoras que hacen negocio con los hijos.

Nada más alejado de la realidad.

NOS PASAMOS DE INGENUOS

El presidente de la República, Rafael Correa, una vez más hizo gala de su infinito cinismo y de su moral retorcida, esta vez para defender a un ex funcionario de su régimen, Alecksey Mosquera, quien se desempeñó entre 2007 y 2009 como ministro de Electricidad y quien supuestamente recibió, nada más y nada menos, que un millón de dólares de la empresa Odebrecht. https://www.youtube.com/watch?v=m1Ay2yKkkVI

Rafael Correa, en sus ya conocidas facetas de juez y fiscal, analizó el caso, concluyó que no hay delito, tal vez si acaso un “acuerdo entre privados” y absolvió a Mosquera. Así, tal cual ha venido funcionando la justicia en nuestro país, la palabra del presidente ha bastado para condenar a luchadores sociales y populares, a defensores de la naturaleza, a líderes indígenas, etc. o para ratificar el estado de “inocencia” de cualquier funcionario que haya sido involucrado en actos de corrupción de su Gobierno, excepto, claro, cuando ciertos casos se les han escapado de las manos y no les ha quedado más que aparentar que investigan y sancionan, pero advirtiendo con anticipación a ciertos amigos para que abandonen el país, antes de que se inicien los procesos judiciales en su contra. (Caso Capaya/PanamaPapers; Pedro Delgado/Gastón Duzac; entre otros).

No es la primera vez que Rafael Correa intenta tapar la podredumbre de su régimen con argumentos fatuos, ya sucedió con Pareja Yanuzzelli cuando señaló que había sido un hombre honesto “que sucumbió ante las empresas corruptoras”; o cuando dijo que su primo Pedro Delgado era el adalid de la lucha contra los banqueros corruptos y que por eso lo perseguían, para luego dejarlo ir al “matrimonio de su hijo” sin fecha de retorno y habiendo reconocido que cometió un delito. La realidad es que todo este círculo de corrupción que quedó en evidencia a través de la investigación de una red de periodistas a nivel mundial (ICISJ) -en el caso de los Panamá Papers y el escándalo internacional de Odebrecht-, respondía y responde a una sola cabeza: Rafael Correa, ni siquiera a Jorge Glas. Por ello es que busca de forma desesperada minimizar estos sucesos que se han convertido en los más emblemáticos (existen muchos más): compra tiempo, mueve todas sus fichas -fiscal general, contralor, jueces, etc., todo para amainar el golpe y llegar al final de su mandato sin que se lo vincule directamente.

Falta muy poco y él lo sabe. Para cuando la lista de Odebrecht se haga pública él muy probablemente ya no se encuentre en el país y ya nos advirtió que “hay gente mala que buscará vincularlo”.

Si los ecuatorianos aún nos creemos el cuento de que todos esos recursos desviados hacia la corrupción no son coimas, que no afectan el patrimonio del Estado, ni implican sobreprecios en las obras, no nos quitan el pan de la mesa y, sobre todo, que la cabeza del régimen es un angelito que nada tuvo que ver en todo esto, es que necesitamos un remezón muy grande, porque nos pasamos de ingenuos.

¡SOLIDARIDAD URGENTE!

Por Annabell Guerrero

Los miembros de la Comisión Anticorrupción, organismo conformado para contrarrestar la escasa o nula fiscalización de los actos del poder público en el país, presentaron, en febrero de 2016, una denuncia ante la Fiscalía por un presunto sobreprecio en el avalúo del terreno para la Refinería del Pacífico.

Como de costumbre, el señor fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, solicitó el archivo de la causa por “falta de pruebas” y luego la Corte Nacional de Justicia declaró la denuncia como temeraria y maliciosa, allanando el camino para criminalizar, perseguir y acallar a quienes se atreven a denunciar la corrupción en el país.

Para completar el engranaje de impunidad, el funcionario encargado de demandar por “calumnias” a nueve miembros de la Comisión Anticorrupción es nada más y nada menos que el contralor general del Estado, Carlos Pólit, quien constituye una pieza clave en el esquema de corrupción de este régimen y es que precisamente Pólit ha sido acusado por el ex ministro de Hidrocarburos, Carlos Pareja Yannuzzelli, de haber recibido un maletín con dinero, fruto de las “coimas” en los contratos para la ampliación de Refinería Estatal del Esmeraldas. Es un funcionario sin calidad moral, que ha permitido durante los 10 años que está al frente de la Contraloría que un grupo privilegiado de funcionarios públicos se conviertan en los nuevos ricos del país.  https://www.youtube.com/watch?v=FRTYsGJKYbQ

¿Por qué Pólit guarda silencio frente a la denuncia de Pareja? ¿Por qué en este caso no sale en defensa de su honra?

A través de este medio hacemos un llamado a la SOLIDARIDAD con los miembros de la Comisión Anticorrupción: Julio César Trujillo, Simón Espinosa Cordero, Isabel Robalino Bolle, Jorge Rodríguez Torres, María Arboleda, Bayron Celi, Ramiro Román, Fernando Vega y Germán Rodas. No podemos permitir que ciudadanos honestos sean encarcelados por decir la verdad, por enfrentar al poder, mientras a quienes han abusado de recursos públicos los proteja un manto de impunidad.