Luces arcoíris en Carondelet para frenar 99 puñaladas de odio

Familiares y amigos de Javier Viteri, en plantón, el 16 de junio último. Ellos exigen condena para el asesino de Javier.

La noche del 27 de mayo del 2020, a Javier Viteri lo asesinó el conscripto Hilmar Corozo de 99 puñaladas. Se espera que Corozo reciba una pena de 34 años de reclusión. Javier, que a la fecha del asesinato tenía 22 años, no pudo concluir sus estudios de medicina y su sueño de un mundo sin discriminación quedó truncado.

«Cuando todo esto termine, nos encontraremos más fuertes, más sabios, más conectados con nosotros mismos y capaces de disfrutar y apreciar a las personas y las cosas que realmente importan”, Javier Viteri

Pese a lo extremo del crimen, en Flagrancia no fue ingresado como delito de odio. La doctora penalista, Gina Gómez de la Torre, considera que estas omisiones de la justicia no permiten que se establezcan estadísticas certeras en cuanto a asesinatos por condición sexogenérica de las víctimas. Por lo tanto, es imposible establecer políticas públicas encaminadas a proteger a la población LGBTIQ+.

En la conmemoración del Día del Orgullo, en el palacio de Carondelet se encendieron luces arcoíris. Así lo hizo saber el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, en su cuenta de Twitter. Muchos internautas lo cuestionaron porque consideran que se está imponiendo la «ideología de género».

Es necesario que desde las esferas de poder se incentive el respeto a los ciudadanos LGBTIQ+. De lo contrario, crímenes como el de Javier seguirán ocurriendo y lo «normal» será fomentar el odio.