Luces arcoíris en Carondelet para frenar 99 puñaladas de odio

Familiares y amigos de Javier Viteri, en plantón, el 16 de junio último. Ellos exigen condena para el asesino de Javier.

La noche del 27 de mayo del 2020, a Javier Viteri lo asesinó el conscripto Hilmar Corozo de 99 puñaladas. Se espera que Corozo reciba una pena de 34 años de reclusión. Javier, que a la fecha del asesinato tenía 22 años, no pudo concluir sus estudios de medicina y su sueño de un mundo sin discriminación quedó truncado.

«Cuando todo esto termine, nos encontraremos más fuertes, más sabios, más conectados con nosotros mismos y capaces de disfrutar y apreciar a las personas y las cosas que realmente importan”, Javier Viteri

Pese a lo extremo del crimen, en Flagrancia no fue ingresado como delito de odio. La doctora penalista, Gina Gómez de la Torre, considera que estas omisiones de la justicia no permiten que se establezcan estadísticas certeras en cuanto a asesinatos por condición sexogenérica de las víctimas. Por lo tanto, es imposible establecer políticas públicas encaminadas a proteger a la población LGBTIQ+.

En la conmemoración del Día del Orgullo, en el palacio de Carondelet se encendieron luces arcoíris. Así lo hizo saber el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, en su cuenta de Twitter. Muchos internautas lo cuestionaron porque consideran que se está imponiendo la «ideología de género».

Es necesario que desde las esferas de poder se incentive el respeto a los ciudadanos LGBTIQ+. De lo contrario, crímenes como el de Javier seguirán ocurriendo y lo «normal» será fomentar el odio.

Desde la resiliencia

Investigación, texto e infografía: Alicia Galarraga

Andrea Peñaherrera, la protagonista de esta historia, en su ceremonia de graduación de psicólogía clínica.

Esta es una historia que pudo ser de muerte. Pero es de sobrevivencia.

Desde su infancia, Andrea Peñaherrera supo que le gustaban las niñas. En la escuela, las autoridades y las maestras la llamaban «manzana podrida». Su madre le repetía que prefería tener una hija muerta antes que «marimacha».

Un estudio de la organización no gubernamental Taller de Comunicación Mujer compuesto de 258 muestras, concluye que el lugar donde las personas LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer) reciben el mayor número de agresiones es su hogar. Estas agresiones son de tipo físico en un 19%; psicológico en 17% y sexual, 6%. El INEC corrobora estas cifras. El 70,9% de entrevistados sufrió algún tipo de violencia en su hogar debido a su orientación sexual.

Cuando Andrea era adolescente, su madre la llevó a una psicóloga para que le quite de la cabeza «esas ideas distorsionadas sobre su sexualidad». Andrea escuchó de esta profesional que las lesbianas terminan suicidándose. O en el infierno. Andrea se rehusó a tomar estas expresiones como verdaderas y decidió estudiar psicología clínica. Para la profesional que la atendía de niña, las lesbianas no debían estudiar psicología porque eran «peligrosas».

En la actualidad Andrea trabaja como psicóloga acompañando a personas LGBTIQ+. Entre los casos más conmovedores, recuerda el de un joven que fue ingresado a una clínica de deshomosexualización por su madre. Ella era de condición económica vulnerable y pagaba el «tratamiento» con sacos de arroz. El joven fue asesinado en el interior de la clínica de deshomosexualización.

Otros chicos que estaban ahí recibiendo «tratamiento» le contaron a la madre que el joven fue ahogado con los mismos sacos de arroz que llevaba para pagar el internamiento. La madre puso la denuncia ante la justicia. Sin embargo, la denuncia fue archivada sin que haya existido sentencia.

Lo más grave es que el dueño de este centro de deshomosexualización continúa abriendo espacios similares. Tras la muerte del joven, al ser notificado por la Fiscalía General del Estado para las investigaciones, inauguró otra «clínica» en un lugar diferente del país. Al respecto, Andrea Peñaherra cree que «la justicia parece no llegar para las minorías LGBTIQ+. Esta impunidad es lo que nos mantiene siendo una población minada y aminorada en derechos«.

¿Cuánto podría costar una «terapia» en un centro de deshomosexualización?

En enero del 2017, el Comité para la Tortura de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) emitió un informe sobre el caso ecuatoriano. El Estado recibió un llamado de atención por la situación de personas LGBTI encerradas en centros clandestinos de deshomosexualización en contra de su voluntad. Este tipo de tratos son considerados por organismo internacionales de defensa de derechos humanos como «degradantes» y representan una «forma de tortura». Al Comité para la Tortura de la ONU, además, le llamó la atención que ninguno de los casos denunciados haya terminado con sentencia. El Estado ecuatoriano, hasta la fecha, no ha respondido.

Si bien estos centros están prohibidos, funcionan bajo la figura legal de clínicas para tratar adicciones. El Ministerio de Salud tiene registrados y autorizados sesenta centros que funcionan como tales en el país. En estos lugares las personas LGBTIQ+ son sometidas a violaciones sexuales, administración de hormonas, descargas eléctricas, baños con agua fría y encierro en celdas minúsculas sin acceso a servicios básicos ni alimentos. Andrea se pregunta, «¿qué tipo de seguridad existe para las personas LGBTI Q+ en sus hogares, si sus propios familiares los exponen a secuestro, encierro y tortura?»

El caso de Andrea es excepcional. Según las cifras del INEC, pese a que el 31,8% de población LGBTI entrevistada cuenta con educación superior, solo el 3,5% tiene acceso a posiciones de gerencia o dirección y el 49,5% obtiene sus ingresos dedicándose a «vendedores de comercios y mercados». En Guayaquil, el 4% de empresas está dispuesta a contratar personal transexual.

La homosexualidad fue despenalizada en Ecuador en noviembre de 1997. Sin embargo, Andrea considera que en el país todavía queda mucho por hacer en cuanto a acceso real a derechos para estos ciudadanos. Y aunque su trabajo sea «como el de una hormiga», cree que hacerlo ayuda a que otras personas LGBTIQ+ vivan destinos libres, donde su condición sexual no sea un impedimento ni un motivo para avergonzarse o no cumplir sus sueños.

Medios digitales en Ecuador, ¿un terreno por explorar?

Un terreno por explorar?

Infografías sobre los medios digitales en Ecuador

Carla Maldonado, periodista que fue corresponsal de El Comercio en Europa, reportera en Expreso, Directora General en El Telégrafo; y trabaja ahora en La Posta, considera que los medios digitales en Ecuador no utilizan las nuevas narrativas que caracterizan a los medios digitales. Lo que han hecho es trasladar sus contenidos al internet sin que eso signifique convertirse en un medio digital como sucede con New York Times, The Washington Post o El Clarín.

Actualmente Carla Maldonado escribe para un libro que se imprimirá en Ecuador sobre la evolución del periodismo en el país. El título de su capítulo es «De la máquina de escribir a lo digital».

1. «El buen periodismo digital debe tomar lo clásico del periodismo y plasmarlo en las herramientas de narrativa digital. Ese es el éxito de un modelo de periodismo en el contexto actual»

2. «Más allá de las nuevas narrativas, el periodismo necesita estudiantes que se conviertan en líderes comprometidos. De lo contrario, el país está destinado a repetir y girar en una rueda infinita de errores»

En la siguiente entrevista, Carla Maldonado aborda estos temas en detalle:

Elaborado por Alicia Galarraga

Fernando Orozco: «Solo la muerte me detendrá»

Fernando Orozco, en las afuera de las oficinas de la Fiscalía General del Estado (FGE), durante su última visita a Quito en febrero del 2020.

Por Alicia Galárraga

Fernando Orozco se despertó sangrando por su parte íntima. Horas antes perdió la conciencia por el dolor físico y el quebranto emocional y moral.

Lo violó el caporal de La Lagartera del Cuartel Modelo de Guyaquil.

¿Su delito? Ser abiertamente homosexual. Era el año 1986. Fernando tenía veintidós años.

A noviembre de 1997, la Constitución de Ecuador, en una parte del artículo 516, penalizaba la homosexualidad hasta con ocho años de prisión. Bajo este marco legal, Fernando fue víctima de persecución tortura, detenciones y encarcelamientos extrajudiciales durante las décadas de 1980 y 1990.

En mayo del 2019, un grupo de ciudadanos LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales), sobrevivientes de las torturas y abusos ejecutados por miembros policiales y agentes paraestatales, durante las dos décadas del siglo pasado, demandaron al Estado ecuatoriano por el delito de lesa humanidad.

Una investigadora que pidió se mantenga su nombre en reserva, tuvo acceso a los testimonios de los denunciantes. Ella calcula en doscientos el número de víctimas durante las décadas de 1980 y 1990. La cifra real nunca se conocerá porque un número no especificado de ciudadanos homosexuales y transexuales desaparecieron sin dejar rastro. Así como desaparece un vehículo. O un celular. «Solo son maricas». Y ninguna autoridad investigó. Sus familiares no se preocuparon de buscarlos. Y si aparecían muertos, tampoco se ocuparon de judicializar el caso. Total, los muertos eran considerado delincuentes por su orientación sexual.

***

En Quito, en febrero del 2020, después de una decena de intentos fallidos, logré concretar una cita con Fernando Orozco. Llegó a la hora pactada. Su amigo, Gonzalo Abarca, lo considera impuntual, «aunque ya se está reformando», bromea.

La cita con Fernando fue en los exteriores de las oficianas de la Fiscalía General del Estado (FGE) de la avenida Patria, en Quito. Estaba acompañado de Pachis Cuellar (+), quien llegó desde Cuenca y Gonzalo Abarca. Gonzalo y Fernando viajaron desde Guayaquil.

Las acciones de Gonzalo Abarca y Pachis Cuellar fueron decisivas para lograr la despenalización de la homosexualidad en noviembre de 1997. Gonzalo ya no defiende los derechos de los ciudadanos LGBTI. Se convirtió a la religión evangélica y le entregó la posta a Fernando Orozco. En febrero del 2020, Gonzalo estuvo presente en las afueras de las oficinas de Fiscalía, porque es uno de los denunciantes.

Después de poner la denuncia, Gonzalo y Pachis se marcharon. Para concretar la entrevista, Fernando y yo nos dirigimos a un restaurante que él sugiere, a pocos pasos de Fiscalía. Fernando encargó en ese lugar su equipaje. Es una mochila pequeña en la que cabe, con las justas, una mudada de ropa y artículos de limpieza personal. Fernando me explica que esa misma noche regresará en bus interprovincial a Guayaquil porque no le alcanza para pagar un hotel.

Fernando es bajito y enjuto. Tiene la piel canela y gruesa. Algunas arrugas cercan su rostro, en especial alrededor de la boca y los ojos. El cabello, canoso a sus 58 años, está recogido en una cola. Una bufanda de la bandera LGBTI adorna su cuello.

En el restaurante en el que conversamos, Fernando pide un almuerzo. Cuando llega su sopa, sancocho de carne, le agrega cucharadas y cucharada de ají. Repite el exorcismo de ají en el plato fuerte, seco de carne. Mientras Fernando almuerza, dice que no puede creer que, después de tantos años de espera, haya denunciado ante la justicia los abusos que sufrió en el tiempo en que se penalizaba la homosexualidad.

Fernando me mira de frente y me sorprende su sonrisa cálida, su alegría, chispa y optimismo, a pesar de haber sido encarcelado en tres ocasiones por su condición de homosexual. Luego dice que «hay gente homofóbica que prefiere abandonar un lugar antes que estar junto a mí». Eso le ha pasado algunas veces. La última, en el Hospital del Guasmo, en su natal Guayaquil. Con la madre de Félix Villacrés.

Félix es un joven de 22 años que Fernando rescató de la calle. Fernando obtuvo, con un trámite tortuoso de dos años, el carné de discapacidad para el joven. Además lo acompaña a las citas con el psiquiatra y supervisa que tome su medicación. Debe medicarse de por vida. Félix y Fernando son como padre e hijo. Félix considera que Fernando es impaciente, recto y mandón. A la vez, destaca su calidad humana:

-Si no fuera por Fernando, no sé qué sería de mi vida.

***

Ha pasado más de un año desde nuestra última entrevista personal. Fernando, que antes de la pandemia tenía su propia peluquería, en la actualidad labora para terceros en un negocio similar en Guayaquil. El día que lo contacté, tuvo una cliente de rayitos. Estaba contento por «el cachuelo».

Sin embargo, a Fernando le preocupa la suerte del resto de personas de la tercera edad LGBTI que no tienen oficio, trabajo o alguna forma de solventar sus gastos. Sus compañeros que lograron la despenalización de la homosexualidad en 1997, pertenecen, en la actualidad, a ese grupo de edad. Varios han muerto en la indigencia o asesinados en circunstancias que no se han esclarecido ni investigado.

Con su asociación, Años Dorados, Fernando contribuye a este grupo social. Con plata y persona, como se dice de forma coloquial. Además gestiona donaciones de masacarillas, canastas de víveres y pruebas PCR. Antes de la llegada del covid-19, Fernando les impartía clases de peluquería y estilismo, «para que tengan una forma de ganarse la vida». En Ecuador, la mayoría de personas LGBTI, no concluyen la educación básica. Sus familias son los primeras en estigmatizarlos y excluirlos. Sin educación ni ingresosos, se ven orillados a la prostitución, la venta informal o la indigencia.

-¿Cómo financia la asociación?

-¡Con mi trabajo de estilista!

Fernando y yo conversamos por teléfono para realizar esta pieza peridística. Fue pasadas las once de la noche, después que cocinó y cenó. Pescado frito y patacón, su comida favorita. Gonzalo Abarca lo acompaña. Recuerdan que son amigos desde que Fernando estaba en en el vientre de su madre y que, en su natal Guayaquil, en las décadas de 1980 y 1990, los homosexuales y transexuales se disfrazaban el 31 de diciembre. Era la única fecha en la que podían hacerlo sin ser detenidos.

-Tampoco nos conocían como LGBTI. Simplemente éramos gays o maricas.-recuerda Fernando.

Entre los dos amigos existe camaradería y respeto. No tienen apodos entre sí. Se llaman «compa» mutuamente. Gonzalo recuerda que Fernando, a finales del siglo pasado, fue parte del boom de estilistas gays en Guayaquil. Antes de tener esa fuente de ingresos económicos, los transexuales y homosexuales trabajaban en la cocina. «A todos les decían Rosita», recuerda Gonzalo. En efecto, las cifras dicen que menos del 4% de empresas en Guayaquil, están dispuestas a contratar personal homosexual o transexual. El 97% de entrevistados cree que Guyaquil es una ciudad homofóbica y transfóbica.

***

Fernando tiene esperanza en que se dictará sentencia favorable en la demanda de lesa humanidad que él y el resto de sobrevivientes interpusieron ante el estado ecuatoriano. La fuente reservada no es tan optimista. «Detrás de las torturas y asesinatos existió un aparataje estatal y paraestatal dirigido por León Febres Cordero y el Partido Social Cristiano. Esta organización política sigue ejerciendo injerencia y control en la justicia. La única salida es una demanda a nivel internacional».

Fernando no pierde las fuerzas ni la fe:

-Solo la muerte me detendrá-dice, en un hilo de voz, antes de colgar la llamada telefónica.

Histórico: Ecuador declaró inconstitucional la criminalización de aborto por violación

Con siete de nueve votos, el 28 de abril del 2021 la Corte Constitucional de Ecuador declaró inconstitucional la penalización del aborto en casos de violación.

En julio del 2019, Miriam Ernest Tejada de la Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador; Olga Gómez de la Torre de la Fundación Desafío y Katherine Obando Velásquez, del Frente Ecuatoriano por la Defensa de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, presentaran una acción de inconstitucionalidad. La jueza ponente fue Karla Andrade Quevedo.

El marco legal en el que se ancló esta decisión de la Corte Contitucional se relaciona con normas que violentan los derechos de mujeres, niñas y adolescentes, y grupos a quienes la Constitución considera de atención prioritaria en el artículo 35 de la Constitución de la República del Ecuador.

Según cifras del INEC del 2019, a lo largo de su vida, el 32, 7% de ecuatorianas de más de 15 años de edad fueron vícitmas de violencia sexual.

Fiscalía y el Consejo de la Judicatura manejan cifras que hablan de al menos 435 mujeres judicializadas y criminalizadas por abortar entre 2013 y enero de 2019; de ellas, alrededor de 30 mujeres fueron sentenciadas por este mismo hecho desde 2015.

Línea del tiempo

En Ecuador, niñas desde los 10 años de edad mueren por causas relacionadas a embarazos, parto o post parto

Según datos del INEC recopilados desde 1990 hasta el 2019, 45 niñas entre 10 y 14 años han fallecido por complicaciones en el embarazo, durante el parto o después del parto. Estos decesos se producen porque los cuerpos de las niñas y adolescentes no están preparados para embarazarse y ser madres. 779 adolescentes de entres 15 y 19 años fallecieron por las mismas causas y en el mismo periodo.

Sin mencionar el daño psicológico que sufren las niñas y adolescentes violadas y embarazadas y la obstrucción de sus planes de vida que se ven truncados al tener que enfrentar la experiencia prematura de un embarazo y el posterior nacimiento del fruto de la violación que las convierte en madres sin haberlo deseado ni planeado.

Al respecto, la Constitución de Ecuador penaliza las relaciones sexuales con menores de edad en el numeral 5 del artículo 175 del Código Penal. La norma señala que “en los delitos sexuales, el consentimiento dado por la víctima menor de 18 años es irrelevante”, es decir, el criterio del menor de edad no se toma en cuenta en el proceso judicial, aún cuando asegure que las relaciones fueron consensuadas. 

Es necesario que a más de la despenalización del aborto en casos de violación el Estado ecuatoriano integre acciones que garanticen que las mujeres, adolescentes y niñas ecuatorianas tengan acceso al goce pleno de sus derechos. Lo contrario es arrojarlas a la hoguera de la vulnerabilidad y la falta de oportunidades.

Autora: Alicia Galarraga

DAVID ROMO: CONTRA EL OLVIDO Y LA DESMEMORIA

 

 

A continuación, este portal, Malcriadas.org, quiere rendir un homenaje a la señora Alexandra Córdova, madre del joven desaparecido David Romo.  Publicamos su intervención en el Colegio de Abogados de Pichincha en el marco de la Muestra Fotográfica, Documental y de Objetos que se inauguró el 23 de mayo, con el fin de que los  más de 4.000 desaparecidos en Ecuador, sus familias y amigos no sean invisivilizados  por la sociedad, el Estado o la justicia.  

 

Señor Doctor Ramiro García Presidente del Colegio de Abogados  De Pichincha.

Autoridades y Profesionales De Este Prestigioso Ente

Medios De Comunicación

Invitadas e Invitados:

Su iniciativa, Colegio de Abogados de Pichincha, al querer contribuir a visibilizar y despertar la atención de la sociedad quiteña y ecuatoriana sobre el delicado tema de las personas Desaparecidas, es digna de realce y felicitación a la vez de agradecimiento por parte de los familiares de las personas que un día salieron de sus casas y hasta hoy no retornan a sus hogares por múltiples razones.

La fotografía se ha ido constituyendo a través del tiempo en el  principal testimonio que guardará el pasado y que se alineará para testificar también el presente.

Apreciarlos diariamente en una imagen  en un momento determinado de su vida, nos traslada a recordar la vida que compartíamos conjuntamente en familia, es lo que hace importante y significativo el poseer una fotografía. Y hoy gracias a su iniciativa señores profesionales del Derecho, podemos compartirlas con todos ustedes, que en mi caso, como Madre de David Romo Córdova, es un compartir la vida misma de ese ser amado que está ausente y no por haber viajado o porque se haya ausentado por motivos de estudio o trabajo, NO, está ausente porque lo DESAPARECIERON y porque lo ASESINARON, dicen las autoridades.

El 16 de mayo del 2013, hace ya 5 años, cuando luego de cumplir sus labores de estudio retornaba a casa hablé por última vez con David vía telefónica. Me manifestó que estaba cerca y que me avisaba para salir a recogerlo a la parada del bus. Venía en la unidad # 4 de la Cía Transhemisféricos que recorría desde la Ofelia hasta Rumicucho en San Antonio, en la Mitad del Mundo. Todavía estoy esperando su llamada para salir a recogerlo, sigo esperando para escuchar Mamá ya llegué, continúo aspirando el poder ubicarlo y estrecharle en un fuerte e infinito abrazo. Pero por el momento nada de eso ocurre. Lucho porque pueda darse ese retorno de David, lucho por encontrar a mi hijo, en la condición que sea.

Cinco años que han transcurrido atados a una serie interminable de errores y horrores por parte de Autoridades, Fiscalía e Investigadores. Yo hablé con mi Hijo esa noche del 16 de mayo del 2013, insistía que ubicaran esa llamada, sin embargo por alguna extraña razón no pudieron hacerlo o no quisieron,  me inculpaban que no existía tal llamada, me tacharon de mentirosa, y para probar que no mentía, para demostrar que si hable con mi Hijo,  bastó con ir a la operadora a pedir mi planilla telefónica, donde constaba el día, la hora, el tiempo que hablamos, cuando esto tenían que hacerlo quienes estaban a cargo de la investigación . Además del dolor tan grande que vivimos desde aquella noche en que nos arrebataron a David, me tocaba dar pruebas de que no mentía,¡¡¡ qué indolencia!!!.

Hasta hoy no se investiga a la gente responsable del bus en que fue visto por última vez mi Hijo, esto es chofer, controlador y aprendiz de controlador. El teléfono de David fue robado por una de estas personas del bus. Se lo sentenció a 1 año pero por el robo del celular, no por la desaparición de mi Hijo.

El primer agente investigador Policía Padilla recibe información certera de que mi Hijo estaba en la clínica clandestina e ilegal de Pisulí, pues un joven interno  y  su mamá resultan ser vecinos y amigos de barrio de este agente y le dicen que David Romo Córdova estaba en la clínica, a finales de Mayo del 2013. Hacen un allanamiento el 7 de noviembre del 2013, para supuestamente dar con David pero ya no lo encuentran. Por qué ese agente policial no dio parte o rescató a mi Hijo inmediatamente de que supo de su paradero.?.

El teléfono de mi Hijo es encontrado cuando lo buscaban con otro IMEI. Increíble.

Las reconstrucciones de los hechos arrojan serias y severas contradicciones entre los tres integrantes del bus y no se respetan tiempos y hechos.

Se habla en una versión de que el chofer del bus iba a dejar ropa para mi Hijo a los dueños de la ilegal clínica.

En múltiples versiones, inclusive de los hoy detenidos, manifiestan  que los policías de la UPC los ayudaban a capturar personas para llevarlos a la ilegal clínica.

El Fiscal Dr. Jorge Flores inicia un expediente reservado por DOS AÑOS Y CUATRO MESES, expediente en el cual hay detallados hechos como los que acabo de exponerles, añadiéndose muchas otras cosas más como el haberse guardado desde el 2015 unas boletas de detención  en contra de los que hoy están detenidos Y que nunca las hizo efectivas. Increíble.!!!

No me detendré en más anomalías encontradas en la investigación que Fiscalía y Policía han desarrollado en 5 años, es el trabajo de expertos Fiscales e Investigadores, donde además han  creado SU HIPÓTESIS. Yo no he investigado nada. Solo he sido observadora y crítica eso sí de los errores que he visto se han dado a lo largo de la investigación. Resultado de todo esto es que mi Hijo no aparece y hoy me dicen que terminó asesinado incinerado, hecho polvo y que nunca voy a encontrar un mínimo rastro de él.

En agosto del 2017, presente la Demanda en contra del Estado Ecuatoriano, y en enero del presente año me informaron que estaba para estudio, y es por esto que existen personas indolentes que erradamente piensan que mi lucha es para obtener un beneficio económico, que equivocadas están, mi Hijo no tiene precio, si de ser el caso el Estado Ecuatoriano , dentro de la reparación  por su responsabilidad por acción u omisión en la desaparición de David, tendría de entregarme algún dinero, les anticipo que ese dinero será para el pago los señores abogados que llevan el caso de mi Hijo y la diferencia será entregado a la institución que yo considere.

Sigo y seguiré luchando.. Ya vendrá una efectiva investigación con ayuda internacional  con personal docto en el tema.

La realidad de los familiares que tenemos un Hijo desparecido, no ha cambiado, la indolencia y la falta de preparación aún continúan.

Los peces fluviomarinos de hace 30 años atrás, se transformaron ahora en un soplete.

Señores del Colegio de Abogados, gracias por este detalle. Las fotos de mi David queremos que se impregnen en vuestras retinas para que recuerden siempre que él, mi Hijo, nunca dejará de existir y que sigue siendo parte de la vida de esta ciudad, del país, de este mundo, de su familia y sobre todo de mí.  Les invito entonces a apreciar las fotos y a detenerse en la mirada de David,  Santiago, Andrés, Juliana y de muchas personas más,  podrán apreciar la alegría, el don de gente, su deseo de vivir y quizá puedan ver en ellos a sus Hijos. 

Reitero mi agradecimiento Doctor Ramiro García por su iniciativa y la del gremio que usted dirige. Y a todos los presentes mi reconocimiento por su presencia esta tarde.

Muchas gracias.

ALEXANDRA CÓRDOVA SEGARRA

MADRE DE DAVID ROMO CÓRDOVA

DESAPARECIDO EN QUITO-ECUADOR 16 DE MAYO DEL 2013

MALCRIADAS

PARA MIS JEFES, MI ERROR FUE EMBARAZARME

A petición expresa de la denunciante, señora Viviana Vizueta, con documento de identificación número 2100096169, el equipo de Malcriadas, publica su denuncia:

PRIMER MOMENTO

Cuando ingresé a la Junta  Cantonal de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia de Lago Agrio,  el 10 de marzo del año 2017, lo hice con muchas expectativas, ya que gané un concurso de merecimientos y oposición y además me trasladé desde la ciudad de Quito para desempeñarme en mi nuevo trabajo.  Sin embargo, desde el inicio tuve momentos de inflexión con la señora Gladis Becerra, también miembro de dicha Junta.  Es así, que en un inicio, las integrantes de la Junta la nombramos a ella como Coordinadora y en mayo de ese mismo año, la designación recayó en mi persona;  esta acción se le hizo conocer al señor Alcalde Abogado Vinicio Vega y en julio de ese mismo año, a partir de mi embarazo, se me informa en reunión que el señor Alcalde ha decidido que la nueva Coordinadora es la señora Gladis Becerra.  Las Juntas se organizan así mismas y por su autonomía, pueden elegir internamente quién es su Coordinador/a y demás elementos,  siendo arbitrario cuando un ente externo, en este caso el señor Alcalde de Lago Agrio, decide sobre las decisiones ya tomadas; cabe recalcar que el señor Alcalde nunca mantuvo una reunión con mi persona, es decir bajo ningún informe que sea de mi conocimiento realizó este cambio:

SEGUNDO MOMENTO

Quedé embarazada en julio del 2017, y en agosto del mismo año, mi situación de salud se complica, por lo que, para precautelar el buen fin de mi embarazo, los médicos recomiendan un reposo de 30 días.

Con fecha 23 de octubre del año 2017, el Alcalde de Lago Agrio, Abogado Vinicio Vega, en presencia de la señora Vicealcaldesa, Evelin Ormaza y las otras dos integrantes de la Junta, las señoras Angélica Villacís y Gladis Becerra (quien durante dicha reunión me humilla y presiona por mi renuncia) me pide la renuncia por mi condición de salud y me dice que después del parto, él me puede colocar en otra área dentro de la institución.  También me informa que se me receptarán, exclusivamente, certificados médicos del IESS-Nueva Loja y de Quito, solo si el IESS Nueva Loja me trasfiere hacia allá. Me acerqué de forma verbal a pedir una explicación en el IESS sobre este particular, instancia que a través del Dr. Prado me manifestó que él no ha solicitado que la atención sea únicamente del IESS, pero sí sugiere que me haga revisar en el IESS-Nueva Loja.  En el IESS me asignan la cita para el área de ginecología el día 28 de diciembre del año 2017, es decir, tres meses después.   De esta reunión, tengo como respaldo un video.

Estoy a pocos días de dar a luz y sigo trabajando en este ambiente hostil que me ha creado una esfera de estrés, depresión, y tristeza,  por lo que he tenido que tomar tratamiento psicológico en el IESS-Nueva Loja.

TERCER MOMENTO

Para poder realizarme los controles médicos, me sujeto a una lucha constante con la Institución municipal, pese a que, hacerlo está garantizado como un derecho irrenunciable y respaldado legalmente.  En el colmo del abuso, han llegado incluso a negarme los permisos con cargo a vacaciones.

La denuncia de acoso laboral en contra del señor Alcalde de Lago Agrio, Vinicio Vega y  la señora Gladis Becerra,  la presenté en el Ministerio del Trabajo con fecha 09 de noviembre del año 2017.  Hasta el día de hoy, no hay ninguna respuesta.  Ante este silencio,  y en mi búsqueda de justicia, presenté otra denuncia en el Consejo Nacional de Género en Quito, esta institución la trasladó a la Defensoría del Pueblo en Quito y la Defensoría de Lago Agrio la acogió.

CUARTO MOMENTO

Para salvaguardar mi salud y velar por el cumplimiento de mis derechos, he recurrido a solicitar  Medidas Cautelares, donde solicito explícitamete que de acuerdo a  ley, pueda hacer uso de la licencia por maternidad.  Faltan dos semanas para la fecha del nacimiento de mi hija, y recién, el día de mañana se dará la audiencia para que la justicia decida si acoje mi petición de Medidas Cautelares y que los denunciados, el señor Alcalde de Lago Agrio, Vinicio Vega y  la señora Gladis Becerra sean sancionados por violentar mis derechos de mujer embarazada y por acoso laboral del que he sido objeto.

He recurrido a hacer público mi caso, porque a pesar de que la Ley me respalda, todavía existe gente que cree que su efímero poder, está por encima de los derechos de los  demás, incluso de la lógica común.  Porque su irresponsabilidad, prejuicios e intereses mezquinos, han puesto en riegos mi vida y la de mi hija.  Es por ello que exijo una sentencia que cree precedente,  para que este tipo de abusos no se cometan contra otras mujeres, cuyo único delito es embarazarse y tener un empleo a la vez.

 

HUÍ DE MI ESPOSO VIOLENTO, AHORA ÉL RECLAMA A NUESTRA HIJA

El propósito de esta publicación es contar mi historia que como muchas de las historias de mujeres que han sufrido violencia de género, tiene un elemento en común, la dinámica de control y poder ejercida por el hombre, que en este caso, se suponía era la persona que juró protegerme y cuidarme.

Regresé a Ecuador desde Estados Unidos hace exactamente un año junto con mi hija quien ahora tiene 6 años. Mientras cursaba mi programa de doctorado en ese país, me casé con David Yépez, ciudadano americano-ecuatoriano. Él es veterano de la guerra de Irak, y en el año 2012 le diagnosticaron Esclerosis Múltiple, una enfermedad crónica de carácter degenerativa la cual no tiene cura. Debido a esta enfermedad él se ha visto afectado principalmente en la parte cognitiva, además de tener una afectación en la parte física. Algunas de las características de esta enfermedad que él manifiesta, incluyen la pérdida de memoria, depresión, problemas para enfocarse y razonar, falta de empatía, control de humor, episodios de violencia. Tengo que señalar que estos síntomas han ido incrementando en severidad y frecuencia hecho por el cual ha sido medicado para cada uno de estos síntomas. Aún más, el gobierno americano le ha dado un porcentaje de discapacidad del 60%. A pesar de la severidad de su enfermedad él siempre estuvo reticente a recibir tratamiento, siempre se negó a tomar las medicinas y nunca realizó las terapias de psiquiatría que su neurólogo le pidió seguir. Solamente toma medicación para disminuir el progreso de la Esclerosis Múltiple (aunque no tiene cura, la enfermedad siempre seguirá progresando). A pesar de que él ha sufrido de estos síntomas desde el 2012, todo empeoró en el año 2016. En octubre de ese año decidimos separarnos. Y, aunque al principio fue en términos amigables, la situación se tornó insostenible. El empezó a actuar de forma paranoica y violenta-agresiva. Me vigilaba todo el tiempo, instaló softwares para espiar mi computadora y mi teléfono. No me permitía ni siquiera ir al baño sola. Yo no podía cerrar la puerta ni para usar el inodoro, peor para bañarme. Dormía en la puerta de mi cuarto. Cada vez que salíamos de la casa, él, mi hija y yo, revisaba mis bolsillos, mi bolso, a veces hasta mi cuerpo.  Todo esto es únicamente una muestra de lo que viví y soporté durante este tiempo.

Durante el tiempo que residí en Estados Unidos, tuve una visa de estudiante que me permitía poseer el estatus de inmigrante legal. Y aunque he estado casada por 7 años con un ciudadano estadounidense, nunca tuve la intención de quedarme a vivir en Estados Unidos. En parte debido al hecho de que una proporción del valor de mis estudios fue financiada con una beca del Senescyt, lo que hacía inevitable el tener que regresar a Ecuador a devengar mi beca. De esta circunstancia el papá de mi hija estaba totalmente al tanto y estuvo de acuerdo con el hecho de que teníamos que regresar. En medio de estas circunstancias, apliqué para obtener la residencia en Estados Unidos. El proceso de petición al gobierno estadounidense para que me otorguen la residencia fue iniciado por él ya que la única vía de obtenerla es a través del matrimonio con un ciudadano estadounidense. Una vez que envié mi aplicación, mi visa de estudiante se canceló. Así desde octubre del 2016 poco antes de tener que regresar a Ecuador, el nivel de violencia psicológica que él ejercía conmigo culminó con la constante amenaza de que nunca más iba a ver a mi hija si regresaba a Ecuador. Él llegó a mencionar que si regresaba lo tendría que hacerlo sin ella y que iba a retirarme mis papeles de inmigración y denunciarme ante las autoridades. Así en febrero del 2017 recibí una llamada de mi abogado de inmigración para avisarme que él, mi esposo, había retirado la petición para mi residencia con lo que yo me había convertido en una inmigrante ilegal. El abogado me dijo que tenía una semana para irme del país antes de que oficialmente se formalice la anulación del proceso. Hablé con dos abogados más en Estados Unidos y ambos coincidieron en lo mismo. No tuve otra opción más que irme de allá con mi hija. Yo tenía que abandonar el país antes de que él me denunciara en inmigración y empiecen el proceso de deportación. Jamás podría haberme ido sin mi hija, no habría podido dejarla con él, sabiendo los problemas mentales que tiene.

Apenas llegué a Ecuador tramité la ciudadanía ecuatoriana para mi hija y pedí se me otorgue su custodia ante un juez, quien me la otorgó en base a los argumentos legales que presenté. Sin embargo, hace 2 semanas recibí las citaciones para un juicio de restitución internacional que me el Ministerio de Justicia en representación de él, mediante el Acuerdo de La Haya. Esta demanda es, a todas luces, injusta y no busca la restitución de mi hija a un lugar que le brinde seguridad emocional, física y psicológica. . Durante todo este año que hemos permanecido en Ecuador, el padre de mi hija no se ha interesado en saber cómo se encuentra ella. Jamás ha llamado ni ha tratado de averiguar por mi hija. Ni por su cumpleaños, ni en Navidad, nunca se pronunció. Él sabe dónde vivo, el teléfono, mis correos, pero jamás ha tratado de comunicarse. Es por esto que no entiendo por qué ahora se hace presente con un juicio por restitución. Solo espero que la decisión que tomen los jueces, sea amparada en el bienestar superior de mi hija, que en este caso es la más importante.

MUJERES VERSUS HOMBRES ¿Y SANAR LAS HERIDAS, PARA CUÁNDO?

Por Alicia Galárraga

Peligrosamente se observa cómo discursos extremistas se apoderan de la sociedad.  Ambos bandos dicen defender derechos.  Ambos bandos dicen ser la víctima.  Ambos bandos se sienten ofendidos.  Esta polémica se ha visto exacerbada en los últimos días por un enfrentamiento entre dos grupos antagonistas.  El uno, un grupo de la Iglesia Católica, liderado por un sacerdote, ha convocado a una marcha.  Varias publicaciones dan cuenta que los argumentos para convocarla, se basan en falacias.  Sin embargo, lo más preocupante, es el daño que se le hace a la sociedad con este enfrentamiento estéril, donde solo hay perdedores:  los niños y la familia (como cada individuo, fruto de su libre albedrío, la conciba).  Y entonces, si los niños y la familia son los afectados, a la final, la afectada es la sociedad, que es fraccionada, dividida, separada…en blanco y negro, en buenos y malos, en puros e impuros, en justos y pecadores, en curuchupas y libertinos.  Justamente el mismo discurso totalitario del que se valió Correa para polarizar y crispar a la sociedad.  Los resultados están a la vista y no son nada alentadores.  Por lo que es infructuoso e innecesario seguir echando sal en las heridas.  Urge, más que nunca, hacer un llamado a la tolerancia, a la cordura, al respeto a las diferencias y a la diversidad.  Si seguimos aplicando  la ley del ojo por ojo, terminaremos siendo parte de una sociedad tuerta.

Desde este punto de partida, me permito incluir en este espacio un escrito, que en estos momentos es valioso para hacernos recordar que las mujeres y los hombres no podemos tomar, cada uno, la posición de un cuadrilátero e ingresar a una pelea, donde solo resultarán perdedores.  A continuación lo comparto en su totalidad y cito la fuente:

EL FEMINISMO Y LOS DERECHOS DE LOS HOMBRES

Hay una herida en el hombre, al igual que hay una herida en la mujer y no puede haber evolución social o espiritual que valga mientras todas estas heridas no hayan sanado.  

Por cosas de la vida llevo unos años desconectada de este espacio. De antemano pido disculpas a quienes han visitado la página sin encontrar nada nuevo pero para producir nuevos contenidos es a veces necesario tomar distancia. Esta distancia, que en mi caso es no sólo mental y espiritual sino geográfica me ha permitido evaluar el proceso de este viaje que ha sido el feminismo. El feminismo como un movimiento global, local y personal. No es lo mismo hablar de feminismo en América Latina que en Europa, o en el Reino Unido que es donde vivo actualmente. No es lo mismo hablar de feminismo desde la perspectiva de las poblaciones vulnerables que desde la clase más acomodada de la sociedad. Y claramente, no es lo mismo hablar de feminismo entre hombres que hablar de feminismo entre mujeres. Cuando comencé a andar este camino, el feminismo se me presentaba como una verdad visceral (si es que se es válido decir que una verdad se siente en las entrañas). Por obvias razones, las experiencias de los hombres dentro del movimiento o con respecto a este me eran totalmente ajenas, así como para muchos hombres pueden resultar ajenas nuestras reivindicaciones.

Ayer vi un documental que se llama ‘The Red Pill’. Este es el trabajo de una documentalista feminista hacia el interior del Activismo por los Derechos de los Hombres o MRA por sus siglas en Inglés. El movimiento MRA básicamente reclama que el patriarcado y la opresión de la mujer es un mito construido por el feminismo y que son los hombres los que están realmente oprimidos. La prueba de esta opresión se centra en unos puntos muy concretos:

– La vida de los hombres es desechable: Son los hombres los que van a la guerra. Son los hombres los que asumen los trabajos de mayor riesgo. Son los hombres los últimos en ser rescatados en una catástrofe (mujeres y niños primero.. y eso).
– Los hombres tienen los índices más altos de suicidio: Este punto se extiende para hablar de los roles de género asignados a los hombres y la presión por ser exitosos, productivos y proveedores.
– El sistema judicial está parcializado: Los hombres llevan las de perder en los casos de custodia por los hijos.
– Más hombres que mujeres abandonan la educación superior, están desempleados o son habitantes de calle.
– Cuando los hombres tratan de llamar la atención sobre estos problemas son silenciados por las voces feministas que de inmediato los acusan de misoginia, aislándolos aún más.
A medida que veía el documental pensaba cómo cada uno de estos argumentos tiene necesariamente su contraparte desde la óptica feminista:
– Durante tiempos de guerra las mujeres sufren la mayor parte de la violencia sexual
– Las mujeres se suicidan menos pero mueren más a manos de sus parejas.
– Por cada 1000 casos de violación sólo 6 hombres van a la cárcel.
– En el tercer mundo hay más mujeres que hombres sin acceso a la educación… etcétera.
Todos estos factores -tanto de un lado como de otro- se soportan sobre estadísticas que pueden o no ser acertadas pero hay algo que es absolutamente real: donde quiera que haya voces de protesta, hay inconformidad, hay miedo, hay abandono. Mucha gente compara al MRA con la Supremacía Blanca, sugiriendo que no son más que el grito de una comunidad que estando en el poder se siente amenazada por el levantamiento de comunidades antes oprimidas. …  Mucha tela que cortar.
Yo a ciencia cierta sólo podría decir dos cosas: La primera, que parecería ser obvia, es que el extremismo nunca es saludable (incluso el extremismo en el que puede caer el feminismo… no nos digamos mentiras ahí). La segunda es que detrás de cada proclama hay una herida, y es eso lo que me interesa principalmente.  Hay una herida en el hombre, al igual que hay una herida en la mujer y no puede haber evolución social o espiritual que valga mientras todas estas heridas no hayan sanado. El extremismo, la violencia, las posturas «en contra de», son la infección de esa herida. Donde hay odio, en el principio sólo hay dolor.  Es hora de bajar la guardia para escucharnos. No podemos decir que hay un dolor que duele más. No podemos sentir cuál miedo es peor. Lo que sí podemos hacer es vernos en esa extrema vulnerabilidad en la que el sistema nos ha dejado, reconocernos en nuestra indefensión. Mostrar nuestras heridas para poder sanarlas.

El hombre actual se encuentra en crisis. Esto es real. El hombre ha perdido todo referente de masculinidad. Alejándose de la hipermasculinidad o de la masculinidad tóxica se enfrenta a su femenino sin saber por dónde agarrarlo al tiempo que la mujer trata de reivindicar esa energía y regenerarla. Pero la tarea de entrar en contacto con la energía de lo femenino es tan ardua que en el camino podríamos estar olvidando qué tipo de masculinidades son las que tratamos de construir. Es importante también revisar qué es la feminidad tóxica porque para que la herida de la mujer pueda ser sanada es fundamental que nos enfrentemos a la propia sombra de lo femenino. Si algunas de ustedes han estado trabajando con la madre oscura saben perfectamente de qué les hablo.

Creo que para que las reivindicaciones sociales tengan un efecto duradero, debemos construir a partir de nuestras similitudes, reconociéndonos en nuestro dolor.

Yo como mujer feminista quiero hacer espacio para esa construcción, pero por el momento tal vez,  sólo espacio porque hacer más podría ser castrador.  A los hombres que quieran decir algo quiero prestarles un oído. A los que quieran llorar quiero prestarles un hombro.  A los que quieran levantarse quiero prestarles la mano.  A los que quieran comunicar quiero prestarles este espacio. Porque como dice allá arriba al inicio de este blog, este es un espacio para la reconstrucción… un sembradío.

Ahora, todos los datos que respaldan al MRA han sido recogidos en Estados Unidos. Yo quiero saber qué opinan los hombres Latinoamericanos. Quiero saber qué pasa con la masculinidad en nuestros países. Qué representa para ellos el feminismo. Cómo entienden ellos el machismo. A qué le temen. Cómo se sienten oprimidos en su condición de hombres, si es que así se sienten. Cuáles son los retos a los que se enfrentan en el proceso de construcción de nuevas masculinidades.  Los invito a que me envíen sus comentarios a través de la página de Facebook para poder convertirlos en imágenes para un nuevo álbum. Construyamos un puente para que el futuro pueda comenzar en el medio.

CARTA ABIERTA A CÉSAR PIECHESTEIN, “EL CURA DE TODOS”

César Piechestein:

Por estos días, las redes sociales han sido contaminadas con un tuit de su autoría (véase la ilustración, al lado izquierdo), cuyo contenido es la apología del odio a la diferencia y la antología de la inconstitucionalidad;  y por ende merece un desglose, a manera de carta pública.

Como antecedente, deseo dejar sentadas cuatro ideas muy claras:  estudié doce años en un colegio del Opus Dei, en Quito.  Suscribo la ideología de género como una herramienta para garantizar los derechos constitucionales de las personas a la diversidad sexual. No soy lesbiana, soy una mujer feminista, heterosexual e insumisa. Tengo a mi haber una carrera de veinte años, con experticia en el audiovisual.

Procedo a hacer el análisis, empezando por el encabezado de la imagen, para lo cual articularé un contraste entre lo que la Iglesia Católica Apostólica Romana predica y la Constitución de la República del Ecuador garantiza:

1. ¿César Piechestein @elcuradetodos? Si bien está usted asistido por el derecho a tener en su cuenta de Twitter el nombre que a bien tenga;  como figura pública que persigue sentar las bases de la palabra de Jesús en la Tierra, estimo que luego de su infortunado post, una buena cantidad de ovejas se le habrán escapado del rebaño.  Usted solamente puede ser el cura de aquellos que -escudados en el Levítico- promulgan el odio hacia la población LGBTI. Lo cual es una actitud, además de miserable e inconstitucional, totalmente anacrónica:  al parecer, no se ha enterado sobre la postura de incondicional respeto a la diversidad sexual que promueve el Papa Francisco;  como tampoco se ha empapado debidamente de aquellos pasajes de la Biblia en los que Jesús pedía a los apóstoles permitir el libre acceso hacia él, de todo tipo de personas, que en aquellos días, eran consideras parias e intocables. Usted, Piechestein, hace lo opuesto.

  1. “No se trata de como te sientes, sino de quien eres”. Este tipo de predicamentos usted los puede hacer única y exclusivamente en el interior del templo, porque así lo garantiza el laicismo constitucional.  A mí en lo particular me parece una forma más de ratificar el repudio hacia el otro, hacia el pensamiento diverso. Cuando lo hace fuera de esos límites incurre, cura Piechestein, en un acto inmoral;  en virtud de que SÍ se trata de cómo se sienten los seres humanos. Toda persona en el mundo se sentirá hombre o mujer después de haber atravesado por una construcción socio-cultural de su género.  No antes.  Ya que al parecer, gusta usted del cine (ya me encargaré de comentar sobre “Wonder Woman” más adelante) le pongo un ejemplo contemporáneo:  Nicole Kidman nunca ha podido ser madre biológica porque es en realidad intersexual:  nació con la genitalidad de ambos sexos.  En vez de ovarios posee dos testículos internos, no expuestos.  Fueron sus padres quieres decidieron criarla como “mujer”.  Es así como ella, todos los días de su vida, se siente Nicole Kidman, porque es Nicole Kidman. ¿Según su ideología inquisidora, podríamos decir que la actriz es una suerte de demonio al que hay que quemar y/o hacerle tuits?
  2. “La verdad es que sólo hay dos posibilidades:  hombre o mujer”. Nuevamente la Constitución le ampara en su derecho de predicar sobre algo tan abstracto, difuso y relativo como “la verdad”La verdad es que esa afirmación solamente aparece en el Levítico, que para decirle la verdad es una parte de la Bilbia que si Jesús -que era profundamente feminista- lo leería hoy en día, lloraría a gritos, con el corazón roto en mil pedazos, por la interpretación maquiavélica que ciertas facciones de la Iglesia Católica han hecho de su vida.  Él dijo: “La verdad os hará libres”La verdad es que hay hombres con vagina y mujeres con pene, que se definen católicos;  y la verdad es que la Carta Magna les garantiza todos esos derechos.  La única verdad científicamente comprobada es que César Piechestein posee una ortografía deprolable.
  3. “#ConMisHijosNoTeMetas”.  Hasta donde sabía, los curas católicos no pueden tener hijos.  No pueden casarse.  Al parecer usted tiene hijos y alguien se está metiendo con ellos. Me permito el pésimo chiste para contextualizar el absurdo que implica que la Iglesia Católica, una entidad regida universalmente por hombres, insista, en todo el planeta, en querer gobernar el cuerpo y las vidas de las mujeres. A la sazón, un montón de penes y testículos decidiendo cuándo, cómo, dónde y por qué los úteros deben parir,  y cómo han de ser quemadas vivas sus dueñas cuando decidan abortar.  Hacen lo propio para colonizar la vida de todo ser vivo e imponerle una “verdad” sobre cómo, cuándo, dónde y por qué han de definirse como hombre o como mujer. Aquí el resumen de su clase de religión:
    Cómo: Divididos en senos/vagina = mujer. Pene/testículos = hombre. Y si no entienden, vayan y compren una lámina de “La Reproducción” en la papelería de la esquina.
    Cuándo:  Tienes que ser bien hombrecito en la oficina, en la casa, en la cama, en el estadio y en la iglesia ¡Carajo!…Y ustedes señoritas ni pregunten…calladitas se ven más bonitas. ¡Parirán con el dolor de su frente y se someterán al varón…punto final!
    Dónde:  Principitos, acompáñenme a la sacristía, vamos a jugar al doctor y luego les voy a dar caramelos.
    Por qué: Porque si hay mucho maricón en el mundo, las mujeres van a parir menos obreros, menos mano de obra barata;  y el matrimonio entre capitalismo y patriarcado podría terminar en divorcio y eso sí la Iglesia no acepta. Es hasta que la plata los separe.Estas campañas públicas, de formato violento y consignas baratas únicamente inspiran lástima por la cantidad de miseria que esparcen en el imaginario colectivo. Como feminista de la expansión de la consciencia es mi deber transformar ese dolor en luz; y por eso le digo: #ConMisTetasNoTeMetas.
  4. “He aqui la mujer maravilla que los progres pedían”. Ciertamente si el Papa Francisco le prestaría atención le daría unas buenas nalgadas. Desde el inicio de su ejercicio pontificio, Francisco ha dejado en claro la necesidad de que la Iglesia Católica se abra a la vastedad de los problemas sociales que azotan al mundo; de los cuales ha hablado con solvencia en los medios de comunicación, dado el alto grado de información que maneja.  Ese, evidentemente no es su caso. Cura Piechestein, uno de los paradigmas del pensamiento progresista es precisamente la interpelación de los estereotipos, como base fundacional del ejercicio de la identidad.  Por lo tanto, algo como “Mujer Maravilla” es un oxímoron. Una persona progresista coherente, hablaría solamente de “La Mujer y/o Las Mujeres”, las de carne y hueso, las libres y soberanas que bien podrían -un afortunado día de relajo en sus vidas- disfrazarse de “Wonder Woman”; a sabiendas de que su autoestima de Vanessa, de Angélica, de Karina;  de tantas otras, de todas…está intacta.
  5. “Ley natural”, es la frase que monta usted sobre la imagen nada natural de la actriz Gal Gadot -quien curiosamente es judía- en su papel de “Wonder Woman”. (L@s lector@s sabrán disculparme si insulto su inteligencia con la siguiente explicación, pero lo atrevido de la ignorancia del cura Piechestein lo amerita. “Amén” de que esta carta podría caer en manos de nuevas generaciones, a las cuales hay que invitarlas a no tragar el bocado completo).  César:  “Wonder Woman” es una superheroína ficticia, creada por William Moulton Marston, para DC Comics, en 1941. Prepárese para leer lo que viene a continuación. Sin ir más lejos Wikipedia dice esto sobre la Mujer Maravilla:

“…Su representación como una heroína que lucha por la justicia, el amor, la paz y la igualdad sexual ha llevado a la Mujer Maravilla a convertirse en un ícono feminista.

Nunca hubo mejor momento para escribir: Oh my God!
A todo esto auméntele que desde tiempos inmemoriales en el cine se vienen haciendo e-fec-tos es-pe-cia-les que convierten lo NATURAL en fantasía, en ficción. “La verdad” cura Piechestein es que Gal Gadot pasó por el departamento de maquillaje, de vestuario y de utilería antes del rodaje;  y toda vez que la película se filmó, el dispositivo atravesó por el proceso de postproducción, mismo que logró que todo lo que se podría ver “natural-ista”, se vea…wonderful!
Pero ahí no para la cosa sino que además es evidente que usted NO ha visto esta versión de “Wonder Woman” (Patty Jenkins, 2017).  En los 20 primeros minutos del film gritaría en medio de la sala de cine: “¡Mátenme!” al darse cuenta que la figura hegemónica, patriarcal, masculina, blanca y joven es aniquilada con un finísimo humor  al quedar claro y sin ambages, el hecho de que el tamaño del pene, para efectos de salvar al mundo del mal, es algo menos que irrelevante.  Lo cual desmonta de un brochazo su banderita tratada en el numeral segundo de esta carta.

7. “Ideología de género”. Descontando lo inconstitucional y delictivo del resto de su tuit, esta es la única parte en la que hay “verdad”.  Sí, por efecto de la ideología de género, es que este ser humano, esta persona -a la que usted, por obra y gracia de la construcción cultural- llama “hombre”, está vestida a la imagen y semejanza de quien en ese momento se “siente”: La Mujer Maravilla y que en ese instante “es”: una mujer maravillosa, como millones.  Seguramente -no he tenido el disgusto de escucharlo- sus sermones estarán llenos y colmados de los ejemplos “del amor de Cristo”.  ¿Si Dios es amor por qué dedica su vida a expandir la discriminación a la diversidad sexo genérica? En el Ecuador son prácticamente diarios los crímenes de odio a las mujeres trans. Los mounstros que las matan, tras cortar su rostro y golpearlas hasta la muerte, las tiran en botaderos de basura.  Es de suponer que cada una de esas imágenes están colgadas en su habitación, junto al afiche de “Wonder Woman” y al de “Quo Vadis” (Mervyn LeRoy, 1951).  Déjeme decirle que hasta las skinheads de la Supremacía Blanca, de “Orange is the New Black” (Netflix), morirían de vergüenza viendo su tuit.  No quisiera estar en su sotana si desde sus smartphones lo llegan a leer, en la temporada cinco. Literalmente estaríamos ante un Pussy Riot.

Al César lo que es del César…y a Dios, lo que es de Dios.
María Belén Moncayo
MALCRIADA TOTAL PRODUCCIONES
“All you need is desobediencia civil”